La Policía Local de Vigo detuvo esta pasada madrugada a un vigués de 43 años por un delito de violencia de género después de que irrumpiera de forma violenta en dos ocasiones en la vivienda de su expareja y la agrediera. En un primer momento, los agentes intervinieron en el inmueble a las 01.40 horas tras recibir una alerta ciudadana en el 092. En la llamada se avisaba de que se escuchaba ruido de rotura de muebles procedente de un domicilio.
Al llegar al lugar, los efectivos desplazados se encontraron a un individuo que aseguró que “no sabía nada” de ningún altercado y que él simplemente venía de visitar a un amigo. No obstante, “esta versión fue rebatida por una mujer que salió el encuentro de los actuantes y que manifestó que el varón fue pareja suya y esa misma madrugada se dirigió a su domicilio para exigir que le entregase una cantidad de dinero”.
Según relata la Policía Local en un comunicado, la mujer contó a los agentes que el hombre había empezado a “romper diversos objetos del interior de la vivienda, concretamente un televisor y un calefactor”. Las patrullas pudieron comprobar los daños existentes y que una de las estancias estaba “totalmente revuelta”.
La víctima añadió que, aunque no había sido agredida, se vio obligada a darle 30 euros para evitar que siguiera causando destrozos. Asimismo, aseguró que “lo único que quería era que el individuo abandonase el lugar y le volviese el dinero”, tal y como ocurrió. Sin embargo, solo unos minutos después se volvió a recibir una llamada por un suceso similar en la misma dirección.
En esta ocasión, los agentes hallaron a la mujer “muy nerviosa y llorando”, llevando puesto un jersey roto a la altura del cuello. Según explicó, su expareja había vuelto y al no abrirle, comenzó a aporrear la puerta hasta que “propinó un fuerte golpe que rompió el marco y pudo acceder al interior”. En ese momento, “la agarró por la ropa, la zarandeó y la empujó de forma violenta, exigiéndole que le devolviese el dinero”.
Al percatarse que la mujer estaba llamando al 092, el sujeto abandonó el lugar a la carrera. Las patrullas presentes peinaron la zona y localizaron al agresor en la calle Santa Tegra. Se encontraba agazapado detrás de un coche y al darse cuenta de que había sido descubierto trató de huir en sentido descendente.
“Pero como quiera que en su huida iba más pendiente del vehículo patrulla que de la ruta de escape, acabó golpeándose contra la marquesina de una parada de bus y cayó al suelo, lo que frenó su carrera y permitió a los agentes interceptarlo pocos metros después”, relata la Policía Local, que finalmente procedió a su inmediata detención.