Enero, el mes en el que se desató la tercera ola de la pandemia, ha terminado dejando datos nefastos en España, en Galicia y en particular en el área sanitaria de Vigo. Las consecuencias de la ‘operación Salvar la Navidad’ han sido nefastas y todos los indicadores han empeorado. Y de forma muy considerable. En este tiempo han muerto 56 personas (327 en total) y se han contagiado 6.173. Esto supone casi 200 infecciones al día.
Ese nivel de propagación del coronavirus ha provocado que la incidencia acumulada en 14 días se haya disparado, pasando de 194 a 642 casos por cada 100.000 habitantes. Además, el número de casos activos ha ido batiendo récords día tras día. Enero empezó con 1.181 pacientes con Covid-19 y alcanzó el pico el día 31, con 3.851. El dato ha podido bajar ligeramente este lunes.
Este preocupante aumento de los enfermos se ha reflejado notablemente en los hospitales, que han multiplicado sus usuarios con esta patología. El primer informe epidemiológico del año contabilizaba 49 pacientes y el último conocido suma 190. El máximo hasta el momento (201) se alcanzó el 27 de enero y se quedó cerca del pico de toda la pandemia (206, el 2 de abril de 2020). Las UCI no han sido ajenas a esta situación, pasando de 9 a 24 enfermos graves en este tiempo, todavía lejos del récord del 6 de abril (37). Además, se está apreciando una ampliación de los rangos de edad. En las últimas fechas ha sido necesario atender en centros sanitarios a bastantes jóvenes y menores de 40 años.
En definitiva, enero ha sido uno de los peores meses de la crisis sanitaria. Se han encendido todas las alarmas al desbocarse la incidencia acumulada, al constatarse un nuevo récord de contagios diarios (354) y al producirse multitud de brotes familiares. Ello llevó a la Xunta a reformular sus restricciones. El 13 de enero se elevó el nivel de limitaciones de forma generalizada y menos de dos semanas después se cerró la hostelería y se prohibieron las reuniones de personas no convivientes en toda Galicia. Además, se redujo el horario del comercio no esencial, se pospuso el inicio del segundo cuatrimestre en las universidades, se ciñó la actividad deportiva al aire libre y se confinaron perimetralmente los ayuntamientos.
Las previsiones de la Consellería de Sanidade pasaban por vivir los peores momentos de la tercera ola entre finales de enero y principios de febrero. En lo que respecta al área sanitaria de Vigo, que registró además el primer caso de cepa sudafricana en España, se empezaron a percibir señales de mejoría la semana pasada con alivios de la presión hospitalaria y de la tasa de positividad. También han caído, aunque muy levemente, la incidencia acumulada y los pacientes activos. Se espera que febrero confirme la recuperación. Las medidas actuales estarán vigentes, al menos, hasta el 16 de febrero, incluido.