La pandemia del coronavirus ha impedido que se celebrase el Carnaval en prácticamente toda España, pero un pequeño barrio del noroeste de la Península con irreductibles vigueses se resiste a no celebrar su tradicional Entroido. Las típicas comparsas no podrán salir a las calles del Casco Vello, pero los vecinos de la zona histórico han decidido engalanar sus edificios para alegrar la vista de residentes y visitantes en estos momentos de tristeza generalizada.
Y es que el Casco Vello de Vigo es el barrio más animado de este atípico Entroido. Desde la asociación de vecinos convocaron el concurso «Pobre Meco» y numerosos vecinos se animaron a participar colocando su particular protagonista en los balcones y ventanas.
Entre todos los participantes destaca un edificio situado en uno de los rincones con más encanto del barrio histórico. La Praza do Peñasco, donde apura sus horas para abrir el albergue de peregrinos, cuenta con tres pisos «disfrazados». Los responsables son Os Tarteiras, uno de los grupos más animados de todas las fiestas que celebran en el casco viejo por sus clásicas canciones.
En esta ocasión, decidieron colgar los «mecos» de las ventanas, simular un bingo y convertir su bajo y dos plantas en el famoso Rúa del Percebe 13 del maestro Francisco Ibáñez. Habrá que estar atentos a los premios: primer premio na paleta de jamón y un lote de cerveza artesanal Nós; el segundo, un lacón, chorizos, grelos y el lote de cerveza Nós y el tercer premio, una fuente de “orellas” de Entroido y las cervezas Nós.