Grecia no es precisamente el mayor país de la Comunidad Económica Europea, pero no por ello resulta baladí en estos momentos. El triunfo del partido populista Syriza es un fenómeno que puede resultar como una mecha difícil de apagar y que puede hacer explotar los tradicionales equilibrios políticos europeos. Sin duda, el nuevo partido, que previsiblemente se hará con el poder del país heleno, tendrá que «acomodar» algunos de sus postulados electorales a una realidad política comunitaria mucho menos amable que aprieta sin demasiadas concesiones. Sin embargo, el respaldo que ha conseguido Syriza es una clara llamada de atención a unas medidas económicas que han llevado el país heleno al colapso social. Europa no puede llevar a cabo recortes en contra de la dignidad de los ciudadanos, unos recortes que no van en consonancia con la inocencia de quienes los padecen, que son los ciudadanos de a pie.
Aquí, en España, las elecciones griegas se han observado con gran recelo por el Partido Popular y por el Partido Socialista, los grandes protagonistas del bipartidismo, puesto que ese triunfo de Syriza puede ser emulado por el grito ciudadano de Podemos. Una vez más debemos incidir en que Podemos ha avanzado y sigue avanzando a grandes zancadas gracias a los errores, imprudencias y abusos —-por no decir robos—- de los dos grandes partidos tradicionales, mucho más que por la propaganda directa de los dirigentes de la nueva formación. El Partido Popular ha dejado claro en su reciente congreso que su oponente principal es Podemos. Y la misma opinión es compartida por el PSOE. Porque todo el mundo coincide en que aquí, en España, Podemos tendrá una gran representación en la nueva legislatura, aunque la siguiente incógnita es saber si contará con una mayoría absoluta o se verá obligado a pactar con algún otro partido afín, quizá con Izquierda Unida, para poder gobernar. Asimismo, también existe otro enorme enigma, que es saber si el Partido Popular y el PSOE serán capaces de llegar a realizar una alianza para poder gobernar conjuntamente en mayoría frente a un partido que ha nacido del pueblo con la intención de llevárselos por delante. El tiempo resolverá estos enigmas.