La presidenta del Consorcio Casco Vello de Vigo y delegada territorial de la Xunta, Marta Fernández-Tapias, avanzó este miércoles la propuesta de fijar la sede del organismo público en un local de la administración autonómica, concretamente en el bajo de Ferrería 45, un edificio rehabilitado en el 2017.
Según explicó la delegada en un comunicado, la decisión será sometida a votación mañana en un consejo extraordinario en el que también se abordará el futuro de Berbés 7, continuando así con la recuperación de la fachada marítima. Dos temas que, apuntó, se tenían que abordar con máxima urgencia, especialmente en el caso del ente rehabilitador debido a que «el desahucio de las actuales instalaciones en la Praza da Princesa, en las que el Ayuntamiento prevé reformas, será inminente».
Por su situación, muy próxima al Paseo de Alfonso y por el hecho de situarse en planta baja, el local elegido para albergar la sede permanente del CCVV contribuirá a dar una mayor visibilidad que las instalaciones actuales y a mejorar la accesibilidad, al encontrarse en una planta baja.
Por otra parte, indicó que el emplazamiento se ajusta a las exigencias de los estatutos (uso administrativo destinado la oficina) y es congruente con los objetivos de rehabilitación integral del conjunto histórico, incorporando usos compatibles con el de residencia. Al mismo tiempo, Fernández-Tapias defendió que «la ocupación de un local en propiedad otorga mayor seguridad al no depender de una autorización supeditada al interés municipal».
En este sentido, recordó que desde su constitución el Consorcio Casco Vello no dispuso de una sede definitiva, ocupando la cedida provisionalmente por el Concello de Vigo en la plaza de la Princesa . «Tal circunstancia provoca que periódicamente se tenga que suscribir un convenio que permita el uso del inmueble, condicionado a las necesidades municipales que puedan requerir en cualquier momento su reversión, argumentó», asegura.
Como ejemplo, la presidenta del CCVV pone el hecho de que, dos meses después de aprobar la última cesión de uso del inmueble que ocupa en la actualidad se aprobó un proyecto que obliga a suspenderlo, en clara referencia a las obras de reforma integral anunciadas por el Concello.
Entiende, por tanto Fernández-Tapias, que la mejor solución para evitar esta situación de «dependencia e incertidumbre» es destinar uno de los locales de los que dispone el Consorcio para la nueva sede. En cuanto a las características del local, indicó que las proporciones son similares a las actuales y que las obras que se precisan son las mínimas para su acondicionamiento, por un importe que no superaría los 26.000 euros y que incluiría los gastos derivados del traslado. El plazo de ejecución de las obras se estima en un mes.