Un delantero como Benzemá no perdona nunca y si su equipo rival le regala balones para empujar… El Celta llegó tarde al encuentro, comenzó el choque sin la intensidad necesaria para hacer frente al Real Madrid y lo pagó. A la media hora ya perdía con dos goles del delantero francés. El resto del partido tocó remontar y a punto estuvieron los vigueses, pero el palo le negó el gol a Aspas y un punto a los de Coudet.
Salió mandón el Real Madrid, pisó área y no falló en las primeras ocasiones que tuvo. El Celta buscó la pausa para hacer daño, pero no estuvo acertado en la presión. Ambos conjuntos apretaron arriba la salida de balón de su rival, puesto que la orden tanto de Coudet como de Zidane era dificultar el inicio de la jugada en campo contrario.
El viento fue el peor aliado de los dos equipos. Las fuertes rachas dificultaron ese último pase imprescindible para llegar con opciones. En la primera jugada entre líneas los visitantes hicieron diana. Araújo salió mal al fuera de juego y Benzemá no perdonó.
El francés también agradeció el regalo de Tapia diez minutos después. Una pérdida del peruano en la frontal del área fue suficiente para que el pichichi blanco batiese de nuevo a Iván Villar. Reaccionó el equipo vigués con rabia. Santi Mina desperdició la mejor ocasión con un taconazo y Brais cabeceó a las manos de Courtois. Estaba el partido muy fácil para los visitantes, dominando a placer el centro del campo con Modric y Kroos como reyes absolutos.
El Celta obtuvo premio a su esfuerzo en la recta final de la primera parte. Una contra dirigida por Aspas fue parada con un agarrón por Kross. Tarjeta amarilla y falta botada por Denis que Santi Mina cabeceó solo a la red.
El choque se abrió de par en par en el inicio del segundo tiempo. Se presentó un conjunto local más intenso ante un rival que empezó a acusar el cansancio físico. Así, los dos equipos se hicieron más largos y los espacios aparecieron en cada ataque.
A los de Coudet les costó canalizar su dominio y las llegadas al área madridista fueron esporádicas. El Real Madrid estuvo muy cómodo al contragolpe, con Vinicius corriendo a la espalda de Mallo. La mejor ocasión la tuvo Iago Aspas con un libre directo al palo tras peinar Casemiro para salvar el empate.
El técnico argentino se jugó todo a una carta y retiró a Murillo para meter a Ferreyra. La apuesta merecía la pena ante un Madrid que daba síntomas de cansancio. El delantero argentino tuvo el empate en sus botas, pero un defensa logró sacar el balón.
En el descuento Asensio decoró el marcador. El próximo 4 de abril, de nuevo a las 14:00 horas, el Celta tendrá otro choque decisivo ante el Alavés.
Celta: Iván Villar; Aaron Martín, Néstor Araújo, Murillo (min.84, Ferreyra), Hugo Mallo; Renato Tapia; Denis Suárez, Brais Méndez (min.84, Beltrán), Nolito(min.71, Solari) (min.90, Fontán); Iago Aspas y Santi Mina.
Real Madrid: Courtois, Varane, Nacho, Mendy, Casemiro, Kroos (min.71, Asensio), Modric, Valverde, Lucas, Vinicius y Benzema.
Goles: 0-1, min.19: Benzemá, de tiró cruzado; 0-2, min.29: Benzemá, tras pérdida de Tapia; 1-2, min.40: Mina, de cabeza a saque de falta; 1-3, min.90+: Asensio, a pase de Benzemá.
Árbitro: Melero López (Comité Andaluz). Mostró cartulinas amarillas a Vinicius, Kross, Nacho, Solari y Modric.
Incidencias: Partido correspondiente a la 27 jornada de La Liga disputado en el Estadio Municipal de Balaídos.