La Federación de Banca de la CIG desarrolló este lunes una movilización contra el ERE del Banco Santander coincidiendo con la inauguración en Vigo de un “work café” por parte de la entidad financiera. «Abren chiringuitos mientras mandan al personal a la calle y obligan a la clientela a hacer cola», señala la central sindical en un comunicado.
La CIG apunta que los planes del Santander contemplan el despido de 370 personas y el cierre de 79 oficinas en Galicia. Durante la protesta, que se prolongó de 11:00 a 13:00 horas, se desplegó una pancarta en la que se podía leer “No al SantandERE” y se chillaron consignas como “Coffee shop en el Santander y la clientela sin atender”, “Más personal, menos work café, que en el banco no sobra nadie” o “A la clientela hay que atenderla”.
Los trabajadores y delegados de la CIG que participaron en la movilización recibieron el apoyo de hosteleros de la zona, que expresaron su malestar por el hecho de que el Santander opte también por hacerles la competencia en un contexto de alerta sanitaria que está causando un fuerte impacto sobre el sector.
Desde la CIG-Banca censuran que “chiringuitos” como el work café no hacen más que ahondar en la falta de atención, sobre todo a la gente mayor o a la gente que no dispone de medios digitales “para manejarse en este mundo tecnológico que se nos impone”, al tiempo que señalan que no están pensados para la clientela de toda la vida; “esa clientela que ya no le importa a la dirección de la entidad, salvo para acribillarla a comisiones”.
En ese sentido, critican que la presidenta del banco, Ana Patricia Botín, declare “con un profundo cinismo y falta de vergüenza” que quieren conseguir que “ los clientes no tengan que ir a la oficina, sino que quieran ir a la oficina”. Desde la CIG aseguran que la clientela sí quiere ir a las oficinas, “de hecho lo reclama todos los días” y sostienen que los trabajadores de las oficinas quieren atenderla porque quieren conservar sus puestos de trabajo y no ser expulsados del banco forzosamente con ERE o externalizaciones a otras empresas.
«El Santander sigue cerrando oficinas de cercanías, reduciendo horarios de caja y haciendo que la clientela tenga que trasladarse desde su sucursal de toda la vida hacia otra punta de las ciudades o mismo hacia otros ayuntamientos para poder hacer las gestiones que precisan”, asegura el sindicato. Por eso consideran que el objetivo real del banco, “revestido de palabrería barata y falsa modernidad con la complicidad de los supervisores estatales y europeos -Gobierno, Banco de España, CNMV, Banco Central Europeo, etc- es crear una banca para las empresas y los negocios, expulsando a la clientela ahorradora, sobre la que se edificó el banco, y liquidar los planteles”.