«Se organizan en Vigo el Batallón de la Victoria o Muerte y el Regimiento de La Unión. El primero se formó sobre la base de una compañía del Regimiento de Infantería de Zamora, que Napoleón había destinado a sus fuerzas del Norte, y cuyos hombres, conocedores de la verdadera situación en España, lograron desertar en Dinamarca y llegaron a Vigo a bordo de un transporte inglés. A estas tropas se sumaron aquí hasta mil voluntarios vigueses, poniéndose al mando del Batallón de la Victoria o Muerte el capitán Colombo, ascendido por la Junta de Regencia a coronel. El uniforme del Batallón constaba de pantalón gris, casaca verde oscuro con bocamangas y cuello azul celeste, botones plateados, correaje negro y “chacó” también negro, de forma troncocónica, con un pompón verde y una calavera plateada.
El Regimiento La Unión fue constituido casi íntegramente por voluntarios de Vigo y la comarca, con jefes y oficiales procedentes de la antigua guarnición y otros que fueron llegando a Vigo, a raíz de su liberación. Mandaba este Regimiento don Pablo Morillo, su organizador, también teniente coronel a la sazón. El uniforme era pantalón gris y casaca azul celeste con divisa encarnada. El escudo consistía en un puente de tres arcos, de oro, sobre campo de azur, más la Custodia de Galicia.
En esta memorable jornada, completos los cuadros y vestuarios de ambos cuerpos, formaron en la explanada del Castro, ante una multitud entusiasmada, para pasar revista ante sus respectivos jefes y autoridades locales.
Estas fuerzas formarían después parte de la División del Miño, organizada por el brigadier don Martín de la Carrera, con el designio de atacar la ciudad de Santiago. Se componían la División de unos 10.000 hombres; pero solamente poseían armas las dos terceras partes; el resto eran hombres de reserva. La División del Miño se apoderó de Padrón y, en las proximidades de Santiago, tuvo un victorioso encuentro con las tropas francesas mandadas por el general Maucune, que dejó en su huida 260 prisioneros. En su seguimiento salió el Regimiento de La Unión, que persiguió a los enemigos a la bayoneta por las propias calles de Compostela, de la que nuestras fuerzas se apoderaron momentáneamente.
El encuentro definitivo no tendría lugar sino en Pontesampaio, en las gloriosas jornadas del 7 y 8 de junio. Recordaremos en su momento la intervención en tan memorable batalla del Regimiento La Unión y el Batallón Victoria o Muerte, ambos creados con la sangre y el espíritu de nuestra ciudad».
14 de abril de 1809. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Ediciones Monterrey, 1960).