Todo aquello que la afición del Celta echó de menos las dos temporadas anteriores lo tendrá en esta ocasión. Su equipo, que en las anteriores campañas se salvó del descenso en el último suspiro, llegará al final de Liga salvado (11 puntos de ventaja sobre los puestos que condenan a Segunda). Lo malo es que su derrota este jueves en el Reale Arena le dejó también descartado para seguir aspirando a puestos de Europa (otros 11 puntos hasta el séptimo clasificado).
Y es que la Real se le atragantó al conjunto vigués y, pese a disputar un buen duelo y adelantarse en el marcador, no pudo con los locales. El final desquiciante, con polémica en cada lance, no hizo justicia a un buen choque, en el que hubo juego y ocasiones.
Porque el partido fue una locura desde el principio. Una bendita locura, conviene resaltar, después del bodrio perpetrado el pasado domingo en el Ramón de Carranza. Un encuentro diametralmente diferente, con los dos equipos lanzados al ataque y poniendo a prueba de forma permanente a la zaga rival.
El Celta salió muy enchufado, sin dejar a la Real respirar. El duelo en el centro del campo lo ganó de inicio el equipo vigués, robando rápido y tocando con velocidad por medio de Denis, Nolito y Brais para lanzar a Aspas y Mina. El premio fue el gol de Hugo Mallo, que se elevó por encima de dos defensas a la salida de un córner para marcar de cabeza.
Santi Mina protagonizó el primer susto, con plantillazo de Aritz que le dejó los tacos. Revisado por el VAR, el árbitro acertó con una tarjeta amarilla (Mallo se quejó al final del partido al considerar que era roja). También en un primer penalti contra los de Coudet, que Villar se encargó de cometer y de parar.
Pero el recital del colegiado, con faltas absolutamente incomprensibles y siempre a favor de los locales, fue en aumento hasta desesperar a los célticos. Un segundo penalti, este más que dudoso, puesto que el jugador francés Le Normand se deja caer en un forcejeo, puso a la Real Sociedad por delante gracias a Isak.
La pesadilla fue sin duda Carlos Fernández, siempre entonado para tocar, bajar y asistir con el balón en los pies. Alguacil buscó mayor movilidad en ataque con la entrada de Oyarzábal por Januzaj, mientras que el «Chacho» retiró a Denis y Aarón por Beltrán y Fontán.
Se paró el partido. El ritmo se frenó en el último tercio, con menos llegadas y la Real intentado controlar más el choque para no ceder espacios. Al Celta le costó pisar área, pero tuvo sus ocasiones. A veces consiguió desbordar, pero en otras ocasiones no fue capaz de superar la buena defensa local ni el constante recital de pito del árbitro, casi siempre en la misma dirección.
Hasta el final hubo más bronca que juego. El partido vistoso se quedó enfangado con los jugadores realistas encerrados en su campo y entregados a la causa de perder tiempo (también los recogepelotas colaboraron). Mereció el equipo vigués el empate, pero apenas contó con ocasiones claras para nivelar el marcador.
Próximo partido: Jornada 32. Celta-Osasuna (25 de abril, 18:30 horas). Balaídos.
Real Sociedad: Remiro; Monreal, Le Normand (min.85, Sagnan), Elustondo, Gorosabel; Januzaj (min.46, Oyarzábal), Guridi, Guevara (min.68, Zubimendi), Portu, Isak (min.68, Barrenetxea) y Carlos Fernández (min.72, Bautista).
Celta: Iván Villar; Aaron Martín (min.61, Fontán), Jeison Murillo, Néstor Araújo (min.85, Ferreyra), Hugo Mallo; Renato Tapia; Brais Méndez, Denis Suárez (min.61, Beltrán), Nolito (min.78, Solari); Iago Aspas y Santi Mina.
Goles: 0-1, min.22: Hugo Mallo, de cabeza a la salida de un córner; 1-1, min.25: Portu supera a Iván Villar en el área; 2-1, min.39: Januzaj, de penalti.
Árbitro: Gil Manzano (Comité Extremeño). Mostró cartulinas amarillas a Aritz, Murillo, Nolito,Sagnan, Carlos Fernández, Hugo Mallo, Denis Suárez y Barrenetxea.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 32 de La Liga disputado en el Reale Arena. Los jugadores de ambos equipos salieron al campo con una camiseta en contra de la Superliga que rezaba «Nin grandes nin pequenos, queremos seguir soñando».