Hoy se celebra el Día del Orgullo Friki, una celebración que partió de España en 2006 y que se ha vuelto universal, en una época en la que superhéroes, bárbaros y héroes galácticos mueven auténticas fortunas en todo el mundo.
Desde el año 2012, la palabra friki forma parte del diccionario de la Real Academia Española con las siguientes acepciones: extravagante, raro o excéntrico; persona pintoresca y extravagante; persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición.
Los frikis han existido desde siempre, aunque no recibieran ese nombre. Había personas que coleccionaban soldaditos de plomo y recreaban en su casa las guerras napoleónicas; otras buscaban en los mercadillos todas las versiones de Mariquita Pérez; y algunos incluso conocían al dedillo la bibliografía completa de Marcial Lafuente Estefanía. Pero, desde 2006, la cultura popular tiene su festejo en el calendario y es precisamente el 25 de mayo, una jornada muy importante para la causa: se celebra el Día de la Toalla ⸺en honor de La guía del autoestopista galáctico⸺, además del Glorioso 25 de mayo ⸺de las novelas de Mundodisco, de Terry Pratchett⸺ y también es el día en que se estrenó en 1977 la película Star Wars: Episodio IV, Una nueva esperanza ⸺entonces conocida en nuestro país, por motivos incomprensibles, como La guerra de las galaxias⸺.

La iniciativa del Día del Orgullo Friki hoy se ha convertido en una celebración a nivel mundial, pero en su origen partió de un bloguero español, el Señor Buebo, que propuso la creación de una fiesta de la cultura popular en la que los frikis pudieran reunirse y sentirse orgullosos de lo que compartían. A lo largo de los años, esta conmemoración ha traído consigo desfiles, manifestaciones públicas, promociones especiales, artículos en páginas web y revistas culturales, camisetas, posters y unos Premios del Orgullo Friki que homenajean a personalidades y empresas especialmente volcadas en esta cuestión.
Solo una pandemia ha logrado detener al frikismo. El año pasado fue el primero en que no hubo actos más allá de los virtuales y en este 2021, a pesar de la buena evolución de las cifras de contagios, tampoco se puede organizar ninguno de los eventos del pasado. La actividad friki, por tanto, debe limitarse a la pantalla del ordenador y el sentimiento propio, pero eso no cambia la realidad: si hasta ha habido un friki en la Casa Blanca y se ha mostrado orgulloso de serlo, como ocurrió cuando Obama declaró ser fan de Spiderman, todos podemos reconocer nuestra parte en esta cuestión.
Hoy es día de fiesta, orgullo y cultura, de sentimiento popular y gusto por lo extravagante. Es día de piratas, magos, jedis, elfos, coches trucados, viajes asombrosos, villanos deformes, tesoros ocultos, antifaces, capas, dioses y hombres. Es día de soldaditos de plomo y figuras de acción, y de muchas más cosas.
La verdad está ahí fuera y es mucho más friki de lo que os podríais imaginar. Yo he visto cosas que vosotros no creeríais.