El «Hidria Segundo», el histórico aljibe que estuvo en servicio en la Ría de Vigo durante la segunda mitad del siglo XX, volverá al muelle en el que amarró por primera vez. Los propietarios, Jacobo Costas y Sesé Otero, han luchado durante las dos últimas décadas para mantener el barco y evitar su desaparición. Su pelea ha obtenido por fin su victoria y en las próximas semanas estará de nuevo en funcionamiento en la dársena de O Berbés, junto a la nave de Portocultua.
«Ha costado mucho pero lo hemos conseguido», dice Sesé, auténtica artífice junto a Jacobo del «milagro» de conservación de este buque, una joya de las Rías Baixas. Se trata del único vapor en activo de España y mantenerlo con vida ha supuesto una batalla permanente desde 1997. Vendieron su casa y su batea para dejarlo todo y transformar este barco en su vivienda.
En este momento el barco se encuentra en el astillero Cardama de Bouzas realizando reparaciones. Próximamente se trasladará a un amarre que sus dueños han conseguido en el pantalán de la dársena de Portocultura. «Justo en el mismo sitio que ocupaba cuando era aljibe. En principio realizará actividades culturales atracado a puerto y más adelante navegando», explica Sesé.
Historia del «Hidria Segundo»
El «Hidria Segundo» fue construido en el astillero ya desaparecido José Roberto e hijos (Teis) entre los años 1963 y 1966, cuya finalidad inicial era la de servir de aljibe para la empresa Aljibes de Vigo para suministrar agua de manantial a mercantes, transatlánticos y pesqueros en la Ría de Vigo. El manantial estaba situado en la “Canteira de Meira” y la empresa tenía un muelle propio en las inmediaciones, donde el barco atracaba y cargaba hasta 240 toneladas.
La maquinaria de vapor la heredó de su antecesor el «Hidria», que comenzó a trabajar para la misma empresa en 1922 y se hundió en el puerto de Vigo en 1959, tras lo cual fue reflotado y desguazado, conservándose la maquinaria de vapor para ser instalada posteriormente en el nuevo barco, bautizado «Hidria Segundo». La empresa quebró en 1994 y dejó abandonados en el puerto de Vigo a sus dos últimos barcos, el «Roberto» y el «Hidria Segundo».
En 1997 se hundió en el Puerto de Vigo y fue llevado al desguace de Punta Lagoa donde el 6 de junio de ese mismo año, Jacobo y Sesé lo compraron para convertirlo en buque museo a vapor. Tiene una máquina de triple expansión alternativa de alrededor de 1910 que había heredado de su antecesor el Hidria, y también en buque de pasajeros. En unas semanas volverá al lugar en el que todo empezó.