La firma viguesa Peitana, una marca emergente de ropa hecha a mano cien por cien en Galicia, acaba de lanzar su segunda colección, bautizada con el nombre de ‘Barrio’. Y se trata de una propuesta “original” en cuanto al diseño, corte y estética de cada una de sus prendas porque es una colección única, con siete unidades por prenda y tan solo una talla: la tuya.
Esa es la carta de presentación de Peitana, que entró en el mercado con una visión propia de lo que significa la moda, como algo más allá de las tendencias, con el objetivo de eliminar los complejos que surgen a raíz de los estereotipos definidos como normales o ideales. Ana Martínez, creadora y diseñadora nacida y criada en Vigo, tenía claro que su percepción de la vida en general y de la moda en particular la había aprendido gracias a las mujeres con las que había compartido tantos momentos desde niña, en el barrio. “Mujeres del Calvario, de la Travesía, encuentros en el ‘nudo’, paseos por Samil… Cada una de ellas tenía una historia que merecía ser contada y así ha sido”, explica.
En su tienda online se pueden ver los nombres de esas mujeres que han marcado la vida de Ana, por haber seguido hacia delante y mantener sus valores y su estilo por encima del qué dirán. Con 40 años y una marca recién lanzada, es más consciente que nunca del mérito que tenían cada una de ellas. “Gracias a Gloria, Gina, Petra, Maruxa y tantas otras que de las que no se ha hablado todavía”, enumera.
En definitiva, se trata de un homenaje “a las mujeres bravas, con personalidad y con garra; a las que eran y son ‘influencers’ pero no lo saben”. Un guiño y un abrazo a los orígenes, a lo esencial, a cómo empieza todo y con qué te quedas una vez que ya ha pasado. “Todo ello se ha trasladado a cada uno de los hilos de las prendas de Peitana, con un diseño tan valiente como el de la historia de sus protagonistas”, relata.
Un concepto de moda diferente y disruptivo: prendas limitadas y una sola talla. Entendiendo cada prenda como una joya casi exclusiva a la que se le dedica el tiempo que necesita, su tiempo. La ropa ha sido ideada desde cero, con patrones propios hechos a mano de forma tradicional, corte en mesa y materiales seleccionados estudiando hasta el último detalle. En mercerías de barrio y talleres de los de toda la vida, con el amor que una prenda necesita.