El alcalde de Vigo ha cambiado su posición de no entrar a enjuiciar las decisiones de la autoridad sanitaria y este viernes ha opinado con vehemencia sobre las restricciones vigentes en la ciudad. Abel Caballero ha asegurado que “no se entiende” el actual panorama normativo que impera en la urbe olívica, que goza de una buena situación epidemiológica al arrastrar una incidencia acumulada en 14 días de 36 casos nuevos por cada 100.000 habitantes. Según sostuvo, las limitaciones tienen un “nivel alto” para el contexto pandémico que se vive actualmente y no existe “ninguna razón” para mantenerlas así.
“Debe haber una norma común pero es cierto que no se entiende que en Vigo no nos dejen hacer hogueras de San Juan y que mantengan unas restricciones importantes en la hostelería”, ha declarado este viernes. Caballero ha repasado la incidencia acumulada en 14 días que presentan el resto de ciudades gallegas y ha puesto de relieve el momento que atraviesan A Coruña, Lugo y Ourense, que duplican el baremo de Vigo. Además, vaticinó que la ciudad olívica llegará a 25 casos nuevos por 100.000 habitantes “en tres o cuatro días”.
“Están ahogando una parte de la economía y del ocio de Vigo”, ha criticado el alcalde, que también lamentó que la Consellería de Sanidade no hubiese “dialogado” con las entidades locales a la hora de tomar decisiones. Además de referirse a la hostelería y a negocios relacionados con ella, el regidor cargó contra la prohibición de celebrar San Juan en espacios públicos, lo que supone un “cambio de opinión del conselleiro”.
Asimismo, mostró su disconformidad con las exigencias establecidas para poner las piscinas de Samil a disposición de la ciudadanía. “Yo las quiero abrir, pero las condiciones que impone la Xunta lo hace imposible”, afirmó. Esos requisitos pasarían por controles de entrada y salida, contratación de vigilantes y socorristas o la imposición de aforos limitados. “Lo teníamos previsto, pero las normas de la Xunta lo convierten en imposible”, reiteró.