Vigo no seguirá los pasos de ayuntamientos vecinos como Nigrán y no cerrará sus playas por la noche durante la celebración de San Juan, pero desplegará un “dispositivo reforzado de vigilancia” para evitar posibles botellones o aglomeraciones junto al mar. Estas situaciones se suelen producir en las zonas de Samil y Alcabre, donde también es frecuente que diferentes grupos de personas enciendan sus particulares fogatas.
Para intentar evitarlo en otro año marcado por la pandemia, el Concello de Vigo desplegará una “vigilancia intensa en más lugares y con más movilidad” para “que no se produzcan utilizaciones indebidas” de las playas. “Quiero que la gente joven disfrute, pero hay que respetar las normas”, puntualizó. Hay que recordar que está prohibido encender hogueras en espacios públicos y que solo se podrían montar en lugares privados siempre que se obtenga un permiso previo.
Este veto ha sido muy criticado por el alcalde, Abel Caballero, que sostuvo este miércoles que las hogueras “se podían hacer con seguridad ‘covid’ cien por cien” pero la Xunta aplica “normas genéricas” y “no analiza cómo está cada área o ciudad”. En este sentido, ha insistido en relajar las restricciones vigentes en Vigo ante su favorable evolución sanitaria.
Por último, pidió que no se encienda fuego en las playas. No solo porque está prohibido, sino porque el “carboncillo” que queda sobre la arena “no se puede tamizar” al día siguiente con las máquinas que se usan para ello y tarda “mucho tiempo” en irse. “En las playas de Vigo no se hace una hoguera ni por equivocación”, avisó.