Un vecino de Salvaterra de Miño de 41 años fue detenido este lunes en Vigo después de protagonizar una peligrosa huida por las calles de la ciudad. El individuo, que además fue descubierto tras agotar sus días de permiso penitenciario, intentó escapar de la Policía Local y de la Policía Nacional circulando a gran velocidad, saltándose semáforos en rojo y circulando por el carril contrario. Finalmente, fue interceptado al quedarse sin salida cerca de la estación de autobuses. Este caso se une al que se produjo el pasado fin de semana.
El suceso tuvo lugar a las 00:20 horas de este lunes, momento en el que agentes del cuerpo municipal que se encontraban de servicio en la calle Aragón observaron que un vehículo circulaba invadiendo ambos carriles de circulación en la confluencia con Padre Celso. Su conductor, según pudieron ver, estaba usando el teléfono móvil.
Así, la patrulla fue tras él y le dio el alto. Para su identificación, el sujeto mostró un carné expedido por el Ministerio del Interior, como interno de Instituciones Penitenciarias. Durante la entrevista personal con él y la mujer que le acompañaba, los policías constataron que presentaba “claros y evidentes síntomas de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas”. Mientras verificaban sus datos, también averiguaron que le constaba una orden de búsqueda, detención y personación ante la Policía Judicial por un quebrantamiento de condena, al no haber vuelto a la cárcel después de disfrutar de un permiso.
En el instante de conocer los agentes esta información, el individuo “inició bruscamente la marcha y emprendió la huida en dirección a Jenaro de la Fuente”, según relata el 092 en un comunicado. Ahí comenzó la persecución, a la que se unieron más efectivos. “Circuló a 110 kilómetros por hora, rebasando todos los grupos semafóricos en fase roja, como en la confluencia de las calles Aragón y Extremadura. En la rotonda de Jenaro de la Fuente, dos turismos tuvieron que detenerse para no impactar con el fugado” prosigue la Policía Local.
En ese punto, giró hacia la calle Martínez Garrido y se metió por el túnel, “llegando a utilizar el carril de sentido contrario al de la marcha y teniendo que aminorar la marcha bruscamente, para evitar una colisión frontal, un vehículo policial que circulaba en ese carril”.
A la persecución se unieron patrullas de la Policía Nacional, que llegaron a superar los 130 kilómetros por hora para dar alcance al fugado, que seguía pasando los semáforos en rojo. “Bordeó la estación de autobuses y accedió a la Avenida de Madrid, donde fue bloqueado por el cuerpo nacional al tener que aminorar, al encontrarse un turismo detenido en un semáforo”, informan las fuerzas de seguridad.
En ese momento, los agentes lograron sacar al sujeto del asiento del conductor a pesar de ofrecer “una gran resistencia activa”. Finalmente, el hombre fue inmovilizado y engrilletado. En el lugar se personó una dotación de Atestados para someterle a la prueba de alcoholemia pero el acusado se negó “de forma tajante y firme” a ello, motivo por el cual se le imputó otro delito.
“En el transcurso de esa gestión, y tras el cotejo de sus datos a través de base de la DGT, se averiguó que el citado tenía tres perdidas de vigencia del permiso de conducir en vigor, desde el año 2019 hasta mayo del año 2022, decretadas por el Juzgado de lo Penal número 3 de Pontevedra”, detalla la Policía Local. Por este motivo, se le imputó otro delito.