Galicia ha alcanzado en las últimas horas dos cifras simbólicas en su proceso de vacunación. Por un lado, la comunidad autónoma ya tiene protegida contra la Covid-19 a la mitad de su población total. Por otro, este viernes se alcanzaron las tres millones de dosis dispensadas. Esa dosis 3 millones se inyectó en el Recinto Ferial de Pontevedra a una mujer de 46 años. Esta usuaria se mostró “súper contenta” de completar su pauta de inmunización y animó a la ciudadanía a vacunarse porque “esto es para el beneficio de todos”. Estos dos puntos de inflexión en la lucha contra la pandemia se producen en medio de una escalada de contagios. Un incremento que no se veía desde la tercera ola, allá por el mes de febrero.
La administración de la vacuna de Janssen este jueves permitió superar esa barrera del 50% de gente protegida contra el coronavirus. Se trata concretamente de 1.362.206 personas, el 50,41%. Durante los días anteriores apenas se había logrado sumar pautas completas, pero la monodosis del laboratorio europeo ha permitido dar un salto. Además, 1.764.363 personas han recibido al menos una inyección, lo que supone el 65%. Recordemos que estamos hablando de la mitad de la población total de Galicia y no de la población diana. En este caso, el porcentaje sería mayor pero no se tiene en cuenta a muchos menores de edad que finalmente sí van a ser vacunados.
Si los cálculos se cumplen, la región llegará a la llamada inmunidad de grupo a finales de este mismo mes. Está previsto inocular las segundas dosis a la franja de edad de 60 a 69 años a partir de este domingo, lo cual elevará sustancialmente la tasa de pautas completas. Con las personas de entre 40 y 49 años se acabará el 31 de julio, por lo que todos los mayores de 40 años estarán protegidos antes de que empiece agosto. Esto supone dos tercios de la población gallega. Sumándole la gente menor de 40 años que ha sido vacunada por diferentes motivos –esenciales, vulnerables, edad- se alcanzará ese deseado 70%.
Esto es lo que está impidiendo que los hospitales se saturen ante el incremento de los positivos. Por ejemplo, el área sanitaria de Vigo tiene tantos casos activos como a finales de mayo de 2021 o como a mediados de octubre de 2020, durante la segunda ola. Sin embargo, ahora solo hay cinco personas hospitalizadas y, echando la vista atrás, en los dos momentos mencionados había 36.
Por este motivo, la Consellería de Sanidade se muestra “preocupada” por la escalada de contagios pero mantiene cierta calma por la presión asistencial. El titular de este departamento, Julio García Comesaña, ha vuelto a enviar este viernes un mensaje a la gente joven para que no haga botellones. También ha pedido a las fuerzas y cuerpos de seguridad que blinden los lugares donde se ejerce esta práctica. “No se trata de cerrar todas las plazas sino aquellas donde se sabe que se hace botellón”, ha indicado. La Xunta no prevé implantar el toque de queda porque sería una medida muy “drástica” y también ve “complicado” limitar la movilidad de la gente teniendo en cuenta que la mitad de las personas poseen un certificación de vacunación que les acredita como protegidos contra el virus.