La tortuga marina localizada a finales de abril a la altura de la localidad coruñesa de Cariño fue liberada este jueves en el mar tras completar su recuperación en las instalaciones de la Xunta de Galicia y de la Coordinadora para el estudio de los mamíferos marinos (Cemma). El ejemplar, que fue bautizado con el nombre de Nbego, embarcó en una patrullera del Servicio de Guarda Costas de la Consellería del Mar.
Nbego fue localizada el pasado 20 de abril tras quedar atrapada en las redes del barco Nuevo Begoña, con base en Cariño. La rápida actuación del patrón, que en cuanto advirtió la captura, desenredó a la tortuga y dio aviso al Cemma, fue clave para garantizar su supervivencia. Tras recibir las primeras recomendaciones de los expertos, la tripulación hizo una serie de ejercicios con el animal mientras aún estaban a bordo y lograron que la tortuga expulsara el agua que inspirara.
Ya en tierra, el equipo veterinario realizó las pertinentes pruebas diagnósticas que permitieron verificar que la tortuga —que en el momento del varamiento medía 33 centímetros y pesaba 2.200 gramos— no había sufrido consecuencias como resultado de su captura. Desde su ingreso en la UCI de tortugas marinas que el Cemma tiene instalada en Nigrán, el estado del animal fue muy bueno y de comenzó a alimentarse por sí mismo.
Posteriormente, en una segunda fase, la tortuga marina fue trasladada al Instituto Gallego de Formación en Acuicultura (Igafa), dependiente de la Consellería del Mar y localizado en la Illa de Arousa, en el que recibió los cuidados del profesorado y alumnado del centro.
Convenios de colaboración desde 2003
Las instalaciones del Cemma en las que Nbego pasó la primera fase de su recuperación están preparadas para acoger a diferentes especies de animales marinos que recalan en la costa gallega en virtud de los sucesivos convenios de colaboración que desde 2003 mantiene la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda con esta organización.
Las costas de Galicia suponen un paso oceánico en el camino de las tortugas marinas procedentes de las áreas de cría del Caribe que se distribuyen por el Atlántico a lo largo de su larga vida para retornar con el fin de reproducirse en sus playas de origen muchos años después.
Este año en particular se está detectando una gran presencia de tortugas marinas en las costas gallegas pues son ya seis los ejemplares de tortuga común registrados desde el mes de enero, valores próximos al promedio anual de siete ejemplares que se registra desde 1990. De hecho, otros dos ejemplares de la misma especie que Nbego localizados este año en Galicia continúan aún en fase de recuperación y serán liberados próximamente.
En los últimos 20 años fueron registradas en las costas gallegas más de 120 tortugas marinas vivas, de las cuales 10 fueron tortugas laúd (Dermochelys coriacea), ejemplares de hasta dos metros de longitud y 400 kg de peso que aparecieron atrapadas en cabos y aparatos de pesca, procediendo a su liberación; y el resto fueron tortugas comunes, Caretta caretta, juveniles de entre 20 y 70 centímetros, varadas mayoritariamente en las playas y que, tras ser debidamente tratadas, lograron su reingreso al mar en el 74% de los casos.