Las medidas para reordenar el tráfico en el entorno de la Rúa Pi y Margall para eliminar lo que se ha considerado un punto negro resultan insuficientes. Cierta es la complejidad de tráfico que existía en ese punto de confluencia de la mencionada calle con la Rúa Menéndez Pelayo, a pocos metros de la desembocadura de la Rúa Chile; un cruce muy peligroso. Sin embargo, ahora las incomodidades se multiplican para el vecindario, aumentando, además, la densidad de tráfico en Pi y Margall.
Los vehículos que circulan por la Avenida das Camelias en dirección Traviesas y que deseen acceder, por ejemplo, a los garajes del bloque comprendido entre la Rúa Doutor Marañón y la Rúa Chile, se verán obligados a bajar por Chile hasta la Rúa Pi y Margall, circular después hasta el cruce de Peniche para subir por el Camiño dos Pazos, desplazarse por Menéndez Pelayo hacia la hacia la derecha y subir, luego, por la Rúa Don Quijote para entrar, finalmente, por Camelias en dirección al Concello. Un auténtico despropósito.
La solución más lógica, además de esa eliminación de ese punto negro, que ha sido muy acertada, pero en mi opinión insuficiente, sería permitir el tráfico por Camelias hasta la Rúa Doutor Marañón. De ese modo quedaría opcional el incómodo giro de la entrada de la Rúa Chile, hasta ahora obligada para quienes circulen por Camelias en dirección Traviesas. Porque, además, todo hay que decirlo, muchos conductores infringen descaradamente la prohibición de girar a la izquierda cuando circulan por Camelias en dirección al Concello para evitar, así, la bajada por la Rúa Romil hasta el Paseo de Alfonso XII.
Nadie se explica la obligatoriedad de bajar por la Rúa Chile, una calle sinuosa y de gran pendiente, cuando existen otras alternativas. El Concello tiene ahora la oportunidad de remodelar el tráfico en ese entorno haciéndolo más fluido y beneficiando al vecindario afectado. Como digo, permitiendo la circulación hasta la Rúa Doutor Marañón se descongestionaría la bajada de Chile, la densidad que ahora se produce en Pi y Margall, y se facilitaría el acceso a los garajes de Camelias e incluso de Menéndez Pelayo.