La fábrica viguesa de Stellantis no gana para disgustos por culpa de la crisis de los microchips. El desabastecimiento de semiconductores ha obligado a la dirección de la planta de Balaídos a tomar una decisión drástica: detener toda su producción durante una semana. El parón se extenderá entre el lunes 23 y el domingo 29 de agosto -ambos inclusive- y afectará a todos los turnos de trabajo de ambos sistemas.
Así se lo ha trasladado la empresa a los sindicatos este jueves. La intención es retomar la actividad el 30 de agosto con cada equipo incorporándose a la normalidad en su horario habitual. Esta noticia llega solo unos días después de que el personal de la factoría se reincorporara tras disfrutar de hasta tres semanas de vacaciones. Además, se trata de una de las mayores paradas de producción provocadas por la escasez de semiconductores.
Las jornadas sin actividad se gestionarán con arreglo a los mecanismos de flexibilidad establecidos para cada situación. Además, la compañía ha habilitado un número de teléfono especial para aportar la información más actualizada posible sobre la reanudación del trabajo. El objetivo es que los responsables de personal y jerárquicos avisen a sus equipos de cualquier cambio que se pueda dar.
Las previsiones de Stellantis eran buenas para septiembre, al menos según se lo comunicó la dirección de Balaídos al comité de empresa antes de este nuevo contratiempo. Como siempre sucede en estos casos, la industria auxiliar también se verá afectada.