La dirección del Colegio Labor ha salido al paso de las denuncias vertidas de abusos sexuales a través de las redes sociales por una exalumna. El centro educativo ha emitido un comunicado en el que anuncia una investigación interna de ese presunto delito. En ese escrito, también se asegura que la institución desconocía totalmente que el exdirector, Sergio S.C., hubiese cometido los hechos que se le atribuyen, que se remontan a hace casi 20 años.
“Tengo miedo. Pero cuento la verdad. Sergio S.C. fue premiado en 2019 por ser un Vigués Distinguido como director del centro colegio labor (Vigo, Pontevedra) durante 35 años. La realidad es que abusó sexualmente de mí, repetidas veces, durante mi primer año de colegio hace ya casi 20 años”, escribió la denunciante en su cuenta de Instagram. En esa publicación cuenta su historia a través de un vídeo y relata cómo se habrían producido esos presuntos abusos cuando tenía 10 años. En él, también confiesa que contó lo sucedido en su momento pero “nadie hizo nada” y acabó abandonando ese colegio. Igualmente, da a entender que no ha sido la única víctima.
La publicación se ha hecho viral y otras mujeres han respaldado la denuncia asegurando que ellas también sufrieron situaciones similares. Tras el revuelo generado, el Colegio Labor ha reaccionado a estos supuestos abusos sexuales alegando que el acusado “se encuentra actualmente jubilado y sin desempeñar función alguna” en el centro. Asimismo, ha pedido respetar “al máximo” la “dignidad y honorabilidad” de todas las partes implicadas, “sin perjuicio de la preocupación que relatos como los que motivan esta comunicación generan en toda la comunidad educativa”. De igual modo, ha llamado a “no dar por ciertos unos hechos en tanto no hayan sido debidamente contrastados, más aún cuando ha transcurrido tanto tiempo desde su hipotética comisión”. Por todo ello, los responsables de la escuela consideran “necesaria” la realización de “las oportunas indagaciones” y la “adopción de medidas a presente y futuro para que conductas como las relatadas nunca se produzcan”.
“La dirección del Colegio Labor nunca había tenido conocimiento ni información alguna sobre estos supuestos hechos indebidos, ni tampoco sobre otros similares a los relatados en estos días por medio de las redes sociales; y cuando decimos que nunca se había tenido información al respecto, nos referimos a los más de 90 años de historia de nuestra institución educativa, período durante el cual nunca se ha recibido queja o comunicación alguna referida a comportamientos inadecuados imputables a ningún profesor del centro, o a miembros de la directiva, o a cualquier otro trabajador o colaborador del centro, ni por parte de alumnos, ni por parte de sus familias”, relata el centro.
El Labor afirma que la única información de la que dispone al respecto es la que se ha podido escuchar en las redes sociales, sin que hasta la fecha se haya recibido “notificación o denuncia alguna relativa a esos supuestos comportamientos inadecuados”. La institución ha querido lamentar “cualquier situación que haya podido suceder hace años, sin conocimiento por nuestra parte, y que haya podido afectar negativamente al bienestar de nuestro alumnado pasado y/o presente”. Con todo, ante la gravedad de los comentarios publicados se ha decidido abrir “una investigación interna para su aclaración y, en su caso, para adoptar las medidas oportunas, siendo la protección y el bienestar de nuestros alumnos, nuestra máxima prioridad”.
“No podemos ignorar los comentarios publicados y actuaremos con responsabilidad ajustándonos en todo momento a la legalidad y a nuestro ordenamiento jurídico. Por ello, el Colegio Labor seguirá los cauces legales pertinentes para la mejor solución del asunto, en interés de toda la comunidad educativa”, prosigue la actual dirección del centro.
El comunicado se cierra expresando la “preocupación” y el “enfoque sensacionalista de determinados medios de comunicación”, así como el “tratamiento posiblemente inadecuado que a hechos como los relatados se les pueda otorgar por el cauce de las redes sociales”, que ofrecen “un espacio para expresar todo tipo de opiniones y comentarios indiscriminados sin la necesaria corroboración, que dañan irreparablemente la imagen de instituciones y personas sin respetar su derecho al honor, la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”.