Las rías gallegas tienen fama mundial por su belleza (además de por sus mariscos), pero hay un momento especial en el que brillan con su máxima intensidad. Esa magia se produce con el fenómeno del mar de ardora, también en la ría de Vigo. La conocida como Noctiluca Scintillans, microalgas denominadas como dinoflagelado, es la responsable de las mareas rojas que generan por la noche una fluorescencia mágica. Con el movimiento del agua, brilla y deslumbra a todos aquellos que lo pueden disfrutar.
El fenómeno suele darse durante los meses de julio y agosto en la costa de Galicia, pero en esta ocasión, su presencia se ha detectado en estos primeros días de septiembre. La noche de este jueves fue claramente visible en playas de Cangas, como Santa Marta, Areamilla o Liméns. La oceanógrafa Espe Broullón fue testigo de este mar de ardora y compartió en sus redes sociales la imagen que ilustra este artículo.
A lo largo del día llegaron también fotografías y vídeos de otros lugares. «Chámase Noctiluca Scintillans e produce luz de noite cando é estimulada», explica a VIGOÉ. Además, también circularon imágenes con una gran mancha anaranjada en plena playa de Rodas, en Cíes, durante el día. Esta es, tal y como explica la oceanógrafa, la mejor señal para detectar su presencia y acudir por la noche para disfrutar del mar de ardora. «É difícil predecir cando se producirá, pero creo que podería volver a haber esta noite, o mellor é acercarse de día para ver se está laranxa o mar», recomienda.
Las previsiones se cumplieron y la noche de este viernes el mar de ardora pudo verse con claridad en Vigo, en la playa de Samil. Así lo transmitimos en directo desde VIGOÉ a través de nuestra página de Facebook:
Limitada capacidad de movimiento
En agosto de 2020, el Instituto Español de Oceanografía (IEO) ya documentó la presencia del mar de ardora en la ría de Vigo. Contabilizó entonces unas 1.630 células/ml de Noctiluca. Este organismo, según explicaba el IEO, posee una limitada capacidad de movimiento, se dispersa y concentra a merced de las corrientes superficiales y durante esta época las condiciones ambientales (estabilidad y mayor temperatura) y la abundancia de alimento (plancton) producen que sus poblaciones crezcan hasta el punto de teñir el agua de mar.
«Su tamaño suele rondar entre 0,5-1 mm y puede verse a simple vista como bolitas diminutas que flotan en el agua. Poseen un único flagelo de gran tamaño y en el interior se aprecian a menudo los restos de presas de las que se alimenta: toda clase de microorganismos planctónicos, incluyendo fitoplancton (diatomeas, otros dinoflagelados, etc) y microzooplancton. No es tóxica ni realiza fotosíntesis. Pero sí contiene compuestos anaranjados (carotenoides) que dan color a sus proliferaciones», apuntaba entonces el Instituto de Oceanografía.
Noctiluca scintillans es una especie cosmopolita en latitudes bajas y medias. En otras regiones del mundo pueden tener colores rosáceos e incluso verdes, debidas estas últimas a microalgas verdes que viven en su interior. “Noctiluca no plantea ningún riesgo para la salud pública. Aunque en algún caso se ha descrito sensación de picor leve en la piel asociado a la liberación de amonio en el agua durante sus proliferaciones”, señalaba Francisco Rodríguez, investigador del Departamento de Fitoplancton Tóxico y Mareas Rojas del Centro Oceanográfico de Vigo.