El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha señalado este viernes que la advertencia lanzada formalmente a España por la Comisión Europea para que cumpla la normativa sobre prórrogas en las concesiones en autopistas “no va a tener mucho impacto en la situación de la autopista en Galicia”. Según estima Feijóo, al revés que la plataforma denunciante, el expediente solo supone un “aviso de que no vuelva a ocurrir” y no implicará un ahorro económico para los bolsillos de los usuarios de la AP-9.
“Consideran que faltó un requisito: dar publicidad y concurrencia” al ampliar la concesión, recordó el mandatario gallego, que se mostró poco optimista sobre la posibilidad de que haya mayores consecuencias. La CE espera que las autoridades españolas saquen la renovación de la AP-9 a concurso público, lo que debería haberse hecho al acabar la vigencia de la concesión, en lugar de prorrogarse. Pero ello, según la Xunta, no provocaría necesariamente el fin del cobro en la autopista.
Europa pone el foco en que esa decisión se hizo sin sacar la prórroga a concurso, lo cual no encaja con la normativa comunitaria. Según Bruselas, la ampliación de este tipo de contratos equivale a una nueva concesión, que solo puede adjudicarse mediante concurso público. En concreto, se pone en tela de juicio la prórroga aprobada en el año 2000 por el Gobierno de España, comandado entonces por José María Aznar.
Para Núñez Feijóo, esta advertencia de la Comisión Europea “justifica” la solicitud del Gobierno gallego y del Parlamento autonómico de transferir la gestión de la AP-9 a Galicia. La Xunta quiere “tomar cuenta” de la AP-9, ya que es “la columna vertebral diaria de los gallegos, los que la usamos y la pagamos”.