Nicolás Rodríguez impartió este viernes por la tarde una clase magistral en el Real Club Náutico de Vigo, su club. En el salón Rías Baixas, numerosos niños de los equipos de regatas de la centenaria sociedad acudieron a conocer y a escuchar al olímpico vigués, medalla de bronce en la clase 470 durante los Juegos de Tokio.
“Nico” les recordó el duro trabajo que ha supuesto la carrera hacia la cita olímpica en Japón (“cinco años de preparación para una semana de competición”, titulaba en la presentación que preparó), les habló de que ellos deben ser los dueños de la elección de su futuro, pero que una vez tomada la decisión supondrá un enorme sacrificio, y también que “para ganar una medalla antes he perdido cientos de regatas”. El regatista incidió en que en la vela son necesarias constancia y esfuerzo a partes iguales.
Rodríguez fue seguido con enorme atención por los futuros navegantes del club en un acto al que acudió también el presidente de la sociedad, José Antonio Portela. El olímpico, que todavía evalúa su futuro, les recordó que él es odontólogo de profesión pero que finalmente se decantó por la vela y también les habló de la importancia de una buena nutrición en la progresión del deportista.
Cuando el Náutico impuso la insignia de oro a Nicolás Rodríguez este verano en el pantalán de la dársena deportiva, su presidente le avanzó que a la sociedad le gustaría aprovechar sus experiencias y enseñanzas para llegar a los jóvenes valores de la escuela y de los equipos de regatas. Y Nico se mostró encantado de poder ayudar al crecimiento de la sección de vela de la entidad.