Ser mujer y querer dedicarse a la literatura nunca ha sido una unión fácil a través de la historia. Con menor acceso a la educación y peores oportunidades, ni las editoriales ni los críticos se han fijado habitualmente en los nombres femeninos, como no sea para escribir novela romántica. Pero ¿y qué pasa con las mujeres que crean fantasía, ciencia–ficción, aventuras, ensayo, novela negra…? Las mesas de novedades y las estanterías de clásicos están claramente masculinizados, igual que los premios literarios y las Academias de las Letras. ¿Es todo casualidad?
Por eso, en 2016, surgió la idea de convocar un Día de las Escritoras con el fin de reivindicar el papel de las mujeres en la historia de la literatura, ocultadas a propósito y boicoteadas a lo largo de siglos. Así, la Biblioteca Nacional de España (BNE), la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (Fedepe) y la Asociación Clásicas y Modernas (Asociación para la igualdad de género en la cultura) convocan ya la sexta edición de este evento, que esta vez lleva por lema «Leer las edades de la vida». La poeta y filósofa Marifé Santiago Bolaños, comisaria de los actos relacionados con esta celebración, ha dicho: «Los libros se escriben solo para una lectora, la que los hace estar de nuevo cuando los lee. Por eso, la escritura va dando cuenta de las edades de la vida y nos permite elegirnos, recuperarnos y soñarnos entre las páginas de los libros. De los libros que hemos leído, de los que leeremos. De los que se escribieron para nosotras, aunque no los hayamos encontrado aún».
Como en ocasiones anteriores, el día se completa con una lectura de textos alusivos en el Salón de Actos de la BNE, en este caso con obras de Susanna Rafart, Fanny Rubio, Rosa Montero, Gabriela Mistral, Francisca Aguirre y el motor de todo este evento, Santa Teresa de Jesús.
En efecto, el Día de las Escritoras siempre se celebra el primer lunes siguiente al 15 de octubre, día del fallecimiento de la santa y que la Iglesia católica también aprovecha para recordar su figura. Teresa de Jesús fue una de las mujeres pioneras en cultivar las letras y, de hecho, su obra ha sido traducida a casi todos los idiomas del mundo.
Muchas asociaciones, librerías y bibliotecas se vuelcan en conmemorar este día, como ocurre en Vigo con la Biblioteca Xosé Neira Vilas, que, un año más, regala flores a quien se lleve prestado algún libro escrito por una mujer.
Es el momento de recordar a las mujeres escritoras y devolverles el lugar que se han ganado en justicia. Es el momento de leer su obra y compartirla, tal y como siempre han querido.