Regresa la Copa Vigo, el título por excelencia del fútbol aficionado. Su Champions particular, incluso mucho más añeja, el trofeo que te lleva a la gloria o a la decepción. Este miércoles a mediodía, la octava edición de la final femenina (Sárdoma CF-Peñasco); por la tarde (16:30), La Guía-Alertanavia en categoría masculina. Ambos, en el Federativo de Coia, como en 2019.
Tras la pandemia, los equipos tenían ganas de competir y, con dieciocho conjuntos en unas fechas nada tradicionales (de octubre a diciembre), el torneo del KO ha dado con CD La Guía y CP Alertanavia como sus finalistas del cuadro masculino. Las dosis de emoción de esta edición se han vivido casi en cada ronda, con conjuntos modestos de 1ª, 2ª y 3ª Galicia peleando a partido único y con hasta seis de los dieciséis encuentros resueltos en la tanda de penaltis.
La última carrera para abrazarse con su goleador fue del CD La Guía, que hace dos semanas tumbó al equipo revelación, el Peñasco, desde el punto fatídico, precisamente en el Federativo. El once que entrena Sebastián Insagaray apeó a CD Nieto (2-7), CD Coya (1-2) y Peñasco (2-2, 4-2 en los penaltis). “Sería histórico” dice el técnico natural de Montevideo. Con una veintena de años entre Vigo y su área de influencia, “Sebas” ya es un veterano de la Copa Vigo: perdió dos como jugador del Racing de Castrelos (2007 y 2008), por 1-0 y 2-1… contra el Alerta Traviesas. Sí, el club que después se fusionaría con el Navia para dar lugar al actual Alertanavia. “Contra ellos los partidos siempre son parejos”. Lo dice ahora y la historia lo respalda.
El choque ha despertado la natural expectación entre ambos clubes y sus aficiones. Un título es un título y este cumplirá en 2023 noventa años de edad, con ilustres ganadores, pues el Rápido de Bouzas acumula nueve entorchados de sus etapas en la categoría de Modestos (dos son de su equipo B en este siglo).
Con paréntesis (1937 a 1941), cancelaciones por falta de campos (1947 y 1956) o empezada pero desconocido si se concluyó (1953), la copa ha alcanzado hasta O Morrazo, pues la ha jugado el Alondras cangués (la perdió en un partido bronco, con tangana y expulsiones, según las crónicas) o ha vivido miles de espectadores en Balaídos (eran otros tiempos). Porque nadie quiere perderla, acabó en los comités deportivos (la de 1975 disputó sus semifinales y final en 1976 por un recurso de alineación indebida y las acusaciones entre clubes y Federación; la final de 1946 se jugó en 1950 por una incomparecencia que hizo correr ríos de tinta). El orgullo no se toca. Cada año, cada polémica o cada final han agigantado un torneo que patrocina el Concello y que asegura 500 euros para el equipo subcampeón y 1.000 para el vencedor.
Al Alertanavia llegó el guardés Abel Lomba en 2019, en la misma campaña que “Sebas” al La Guía. Para aquel es su primera final, pues siempre ha sido del Sporting Guardés. “Para el Alerta esta copa es sinónimo de ilusión; trataremos de realizar un buen partido y que la Copa Vigo se venga para Navia”, apunta. Tres semanas atrás se impusieron los del Pahiño en el remozado campo de La Guía (1-2), en un duelo del grupo 5ª de Primera Galicia que, según “Sebas”, marcó la expulsión de un jugador suyo (min. 37). Y con siete cartulinas para cada equipo.
El partido promete. La Guía no va bien en el campeonato pero sí en la Copa. Es la segunda final de su historia (en 2016 perdió ante el Gran Peña) y su preparador manifiesta que “nos conocemos muchos y somos dos equipos con estilos muy diferentes”. Suficiente como para ver un gran partido.
El Alertanavia, que acaba de dar un paso atrás en la Liga al perder 2-0 contra el Racing de Castrelos, sufrió en el torneo por eliminación contra el Candeán en octavos (1-1 en el José Costas, 1-3 en los penaltis), para pasar de forma más sencilla ante el Vigo 2015 (1-6) y Matamá (0-2 en Penedo da Moo).
En 2013 y 2014 los de Navia se impusieron por penaltis, una suerte necesaria en cinco finales en este siglo. Ahora, se busca relevo para el Racing de Castrelos, campeón en 2019.
Final femenina. A mediodía, tiempo de fútbol femenino. El Sárdoma CF (1ª Nacional) accedió directamente a la final por retirada del Matamá. David Ferreiro cuenta con la única baja de Morano. El Peñasco (2ª Galicia) avanzó al golear (4-0) al Valladares, pero para este choque, por motivos laborales, el conjunto de Norberto Losada pierde a varias jugadoras importantes, salvo sorpresa.
No son buenos tiempos para el fútbol femenino vigués, con demasiadas desapariciones de clubes y descensos desde 2017. El vencedor sucederá al Matamá, ganador en 2019. Para el Sárdoma CF es su séptima final. Ha ganado dos.