Siguiendo la línea marcada este miércoles por Iago Serantes, al que el fiscal considera el máximo responsable del narcosubmarino hundido ante las costas gallegas en 2019 con más de 3.000 kilos de cocaína en su interior, los otros tres acusados que, según los investigadores, esperaban a la nave en tierra, han hoy sostenido su inocencia. La declaración de estas tres personas, Yago Rego, Rodrigo Hermida y Enrique Carlos Serantes -padre de Iago Serantes- ha protagonizado la tercera jornada del juicio que por esta causa relacionada con el narcotráfico se sigue en la Audiencia de Pontevedra.
El primero de ellos, al igual que Serantes el día de ayer, ha descargado la responsabilidad de toda la operación en Agustín Álvarez, uno de los tripulantes de la embarcación, que se puso en contacto con él «diciendo que necesitaba ayuda en Galicia». Ha asegurado que estuvo en Vigo «menos de dos días» antes de regresar a Lleida, localidad en la que reside, y ha explicado que durante ese tiempo no tuvo «ningún contacto» con su amigo.
Ante el tribunal ha reconocido que hizo varias compras siguiendo una lista que Álvarez le había dado a su otro amigo, Iago Serantes, pero decidió no seguir adelante porque «no me olía bien». «Intuía que mi amigo podía estar en un lío y no quería perjudicarlo», ha señalado el acusado, «pero en ningún momento me imaginé que el lío fuese de ese nivel».
Mensajes de «broma»
Enrique Carlos Serantes, por su parte, ha reiterado que nunca ha tenido «nada que ver» con ninguna operación de droga y ha achacado a «bromas entre padre e hijo» los mensajes en los que hablaba de «descarga» o de «cinco paquetes». El tercero de los acusados, Rodrigo Hermida también sostuvo su inocencia, pero culpó a Iago Serantes, al que vinculó con los contactos directos con el tripulante del narcosubmarino.
Días antes de la llegada a Galicia de la embarcación, según ha relatado, Iago le llamó para reunirse y le dijo «que había una descarga, si quería participar», trabajo por el que ganarían entre 15.000 y 20.000 euros, pero asegura que «no supe más porque me negué, lo rechacé».
Descarga suspendida
Al día siguiente, su amigo le trasladó que la descarga se había suspendido «por mal tiempo y por falta de combustible» y un día después, el día del hundimiento de la nave, le volvió a llamar para decirle que el barco de su amigo Agustín se había hundido y «necesitaba ayuda».
Así, ha apuntado que acudió a la playa en la que se iba a realizar el desembarco «para auxiliar a un amigo que estaba en peligro» y porque pensó que ya no había droga de por medio, pues «la descarga se había cancelado y el barco se había hundido».
Informes finales
Estando allí, apareció la Guardia Civil, les mintió diciéndoles que estaba allí para desconectar tras una discusión con su novia y abandonó el lugar, sin llegar a ver el narcosubmarino. El juicio se retomará este viernes con las conclusiones e informes finales de las partes.