La taberna A Mina es un lugar para las personas amantes de los tesoros. No se trata de un tesoro de valor material, aun cuando su cerveza y sus tapas son muy apreciadas entre la clientela. El tesoro es el ambiente agradable que se encuentra en el interior y en el exterior del local, tal como puede observarse en la fotografía tomada desde la Rúa Elduayen.
La taberna lleva abierta desde 1953, cuando la mayoría de las personas que la visitan en la actualidad ni siquiera habían nacido. Antaño era una típica taberna de barrio, próxima a la sastrería militar que ocupaba un local en la curva de Elduayen, donde ahora hay un establecimiento de tatuajes, justo en la curva donde el tranvía parecía salir de la vía cuando iba camino del centro urbano o del Paseo de Alfonso XII.
En aquella época, mucho más tranquila, la taberna A Mina ya estaba abierta al público. Luego, con los años, cambió de manos, pero conservando su imagen tradicional, que es lo que más le agrada a quienes la visitan y frecuentan. Un auténtico tesoro en medio de la gran urbe.