La calle Elduayen se ha convertido desde hace dos semanas en un museo de historia de Vigo al aire libre. Esta zona de paso hacia el corazón de la ciudad concentra todas las miradas: desde los arqueólogos y técnicos municipales hasta vecinos y ciudadanos que admiran todo lo que ha quedado a la vista. Las versiones son múltiples y variadas. Hay estudiosos que aseguran que en Elduayen se están destapando los restos de la capilla de la Misericordia, otros optan por viviendas del siglo XIX y hay también quien apunta a alguna casa solariega.
Sea como fuere y acabe como acabe el estudio que ya se realiza, hay algo que nadie duda: los trabajos han despertado un especial interés entre la ciudadanía por la historia de Vigo. En los últimos días, la vigilancia arqueológica se ha intensificado y cada palada de máquina retroexcavadora es revisada con minuciosidad en busca de algún «tesoro».
Frenética actividad
El tema no es baladí y de los hallazgos depende el futuro de la calle. Por un lado, el Concello intenta construir una de sus obras más ambiciosas, el túnel que conectará Policarpo Sanz con el Paseo de Alfonso. Por otro, vecinos y colectivos como Vigo Histórico, como oposición frontal al proyecto. Del resultado de los estudios podrían derivarse importantes retrasos en los trabajos. Habría que decidir posteriormente si se recuperan los restos, se exponen o, simplemente, pasan a mejor vida.
«¿Qué hay ahí abajo, son restos romanos?», pregunta un viandante asombrado ante la frenética actividad que se puede observar a través de las vallas de protección. No es probable, tampoco imposible, que aparezcan restos de esa antigüedad, pero en cualquier caso los trabajos determinarán a la época que pertenecen todos los restos descubiertos.
Potencial turístico
Desde el Instituto de Estudos Vigueses (IEV), la arqueóloga Elisa Pereira muestra toda la cautela a la hora de dar su opinión. «Tendría que estar ahí para opinar, solo ellos saben lo que hay, pero en principio no parece que pertenezcan a la capilla de la Misericordia», señala. La teoría más extendida, en base a planos existentes, indican que dicha construcción, de origen renacentista (siglo XVI) y demolida a finales del XIX para ampliar Elduayen, estaba situada a unos 20 metros, a la altura de la plaza de Argüelles.
«Soy partidaria siempre de conservar y defender el patrimonio, pero entiendo también la importancia de algunas obras», apunta. La arqueóloga apuesta por una investigación «abierta» que permita comparar con otros estudios «porque nos vamos a enriquecer con esa información». En el caso de que aparezcan restos «singulares» o «únicos», Elisa Pereira apoyaría su conservación e incluso su musealización. «Precisamente ahora que estamos hablando tanto del turismo, creo que esto sería un potencial añadido, mostrar que existe un Vigo histórico y que la ciudad era mucho más importante incluso de lo que algunos historiadores decían», añade.
Planimetría alternativa
Otra versiones difieren sobre la procedencia de los restos. Y es que se basan en otros planos que sí sitúan la capilla de la Misericordia en el mismo punto en el que se está excavando ahora mismo. La historiadora Beatriz Liz de Cea, responsable de la catalogación del Cristo da Misericordia, actualmente en el Museo de Castrelos, está convencida de que son los restos de la pequeña iglesia derribada en 1889.
«Sabía que iban a aparecer restos y llevo seis meses esperando a que la excavación llegue hasta ahí», asegura a VIGOÉ. Según explica, el error parte del plano de 1879 de Fernández Soler (Archivo Municipal de Vigo). «Todo el mundo lo utiliza como referencia y no es del todo exacto», asegura antes de detallar que el muro de la capilla, el primero que fue descubierto en estas excavaciones, está situado justo en la curva que da a la antigua calle de Sombrereiros.
También lamenta las formas en las que se está llevando a cabo la excavación actual y considera que ya se trata de un yacimiento en una zona de interés cultural, por lo que no se debe trabajar con una pala excavadora, sino de forma manual. En cualquier caso, Beatriz Cea coincide con la arqueóloga Elisa Pereira en que estamos ante un «gran potencial turístico» para la ciudad. «Es parte de nuestra historia y tenemos que ponerlo en valor», insiste.
Planos superpuestos
Su compañero Pablo López, especializado en las canalizaciones antiguas de la ciudad y con el que ha trabajado en la fuente de Neptuno, considera que es necesario superponer varios planos para aproximar todavía más la situación de la capilla. En una recreación generada con el de Soler y el actual ubicaría parte de los restos de la Misericordia en la zona de excavación.
Así es la zona de excavación
En base a los avances de la excavación y en colaboración con arqueólogos desde VIGOÉ hemos podio identificar de forma didáctica los restos que están a la vista de todas las personas que paseen por la zona:
Albañal: conducto o canal por el que salen aguas sucias o residuales.
Atarjea: canalización de agua a nivel de suelo, pueden ser conducciones de agua potable, pluviales o, en algunos casos, reutilizadas para aguas sucias.
Solera de piedra: revestimiento del suelo hecho con distintas piedras naturales de diferentes tamaños.
Restos de muro: a lo largo de toda la excavación han sido desenterrados grandes tramos de muros. Las diferentes versiones van desde que se trata de viviendas a la capilla de la Misericordia.
Túnel de la rúa Victoria
Además de las excavaciones de Elduayen, en el otro extremo del futuro túnel, en Policarpo Sanz, ha quedado a la vista el viejo pasadizo subterráneo que unía Príncipe con la rúa Victoria, tal y como avanzó este miércoles VIGOÉ.