La Xunta de Galicia ha declarado la prealerta de sequía en la mitad occidental de Galicia, en la que se encuentran tanto la ciudad de Vigo como los municipios de su entorno. La Consellería de Medio Ambiente anunciaba este lunes esta nueva situación debido al escaso cauce de los ríos pero tranquilizaba a la población dando por garantizado el abastecimiento de agua. Y así lo ha venido a confirmar al día siguiente el boletín hidrológico semanal que publica cada martes el organismo Augas de Galicia.
Según ese informe, los dos embalses que abastecen a la ciudad olívica y a los ayuntamientos cercanos se encuentran por encima del 80% de su capacidad. Concretamente, Eiras se halla al 81,78% y Zamáns al 87,10%. Especialmente importante la ocupación del primero de ellos, ya que es el más grande (22 hm3 frente a 2 hm3) y el que suministra más agua. Además, la otra presa situada en el área metropolitana, la de Baíña, en Baiona, está al 93,5%. No obstante, este embalse -de solo 0,64 hm3- es el más pequeño de toda la zona.
Tras el mensaje de tranquilidad emitido este lunes por la conselleira, Ethel Vázquez, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha avisado de que “vamos por el mismo camino” que en 2017, cuando se declaró la sequía y la ciudad sufrió una trágica ola de incendios. El regidor recordó que este asunto es competencia de la Xunta de Galicia, quien “no ha hecho nada” en los últimos años para solucionar el abastecimiento. “Necesitamos una fuente de abastecimiento para casos de emergencia”, afirmó este martes el alcalde. “Ojalá que no llegue [la sequía], pero dependemos solo de la lluvia”, añadió.
La comparación con 2017 no es casual, ya que la actual situación pluviométrica se asemeja a la vivida aquel año. Meteogalicia ya avisó la semana pasada que hay un “déficit” de precipitaciones en 2022 que coincide con la aparición en los últimos meses del fenómeno La Niña. Este escenario es comparable a episodios anteriores como los registrados en 2017 y en 2012, que generaron condiciones climatológicas similares.
Enero ha sido un mes con muy pocos chubascos en Vigo. Solo se registraron precipitaciones durante ocho días, la mayoría de ellos a principios de año. En la última quincena solo llovió en una ocasión, el domingo día 16. Y fue poco: únicamente 3,3 litros por metro cuadrado. En total, enero se despidió dejando 70 litros por metro cuadrado.
Mientras, febrero ha empezado con un tiempo muy seco. Solo se produjo un inesperado aguacero el pasado viernes, que dejó 4,8 litros por metro cuadrado. El pronóstico del tiempo no descarta alguna lluvia débil y puntual para el jueves y el viernes de esta semana. Las precipitaciones serán algo más intensas, aunque tampoco mucho, el domingo y el lunes.