El CSIC, a través del Instituto de Investigaciones Marinas, estudiará durante los próximos meses el comportamiento y los movimientos de dos pulpos, uno eclosionado en cautividad y el otro salvaje. Ambos especímenes, liberados en las islas Cíes, llevan emisores acústicos para investigar en la naturaleza algunos de los principales cuellos de botella que impiden la crianza integral de esta especie.
Según explica el CSIC en un comunicado, la acción es una de las tareas contempladas en el proyecto de investigación ‘Ecología del pulpo común en la naturaleza: resolver sus incógnitas ecológicas para obtener una ordenación pesquera y una acuicultura sostenibles (Ecosuma)’, financiado por el Plan Estatal.
El proyecto se inició en junio de 2020 y concluirá en 2023, está liderado por el grupo de Ecología y Biodiversidad Marina y cuenta con la participación en tareas de marcado del equipo de investigación Ecobiomar y Ecología Pesquera, del Instituto Portugués das Pescas e da Atmosfera, del Grupo Profand y personal técnico del CSIC y de empresas colaboradoras.
Investigadores principales
“Con esta acción pretendemos estudiar la ecología espacial de pulpos juveniles y adultos en el ámbito del el Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia”, han explicado Ángel González y Santiago Pascual, investigadores principales del proyecto Ecosuma, según los cuales ambos ejemplares de pulpo fueron liberados durante inmersiones de muestreo y en condiciones controladas tras ser marcados mediante la colocación de un emisor acústico.
“Es la primera vez que se aplica esta metodología en el pulpo común, aunque se tiene constancia de intentos anteriores. Para obtener los datos de los movimientos, emplearemos el conjunto de receptores acústicos desplegados previamente en el área de estudio en el marco del proyecto TAC del grupo de Ecología Pesquera, financiado por la Fundación Biodiversidad”, añaden.
Los investigadores esperan obtener en torno a verano los primeros datos sobre el comportamiento individual, uso del espacio y patrones de movimiento de estos dos ejemplares de pulpo marcados, y una vez validado este sistema de marcado acústico se aplicará la misma metodología a otros ejemplares salvajes durante el verano.
Relaciones tróficas
Por otra parte, los científicos investigarán durante los próximos meses las relaciones tróficas del pulpo común en las dos fases críticas que producen una gran mortalidad en condiciones de cautiverio, los ejemplares de pulpo que viven su última fase previa antes del asentamiento y los recién asentados al fondo.
“Estas actividades, junto con el conocimiento de las condiciones ambientales que rigen todo su ciclo de vida, permitirán avanzar hacia un enfoque ecosistémico para el manejo de este importante recurso”, comenta González.
Según ambos científicos, a escala global, se está trabajando desde 1960 en la crianza integral de especies de cefalópodos, entre las que destaca el pulpo, en un contexto marcado por dos grandes factores que afectan a la productividad de recursos marinos: el cambio climático y la sobrepesca.
Estadio larvario
“Los principales cuellos de botella en la crianza integral del pulpo hasta el momento pasan por la ecología de la fase larvaria y el asentamiento al fondo marino de las larvas. Por ello, es clave profundizar en la naturaleza de la ecología del estadio larvario, los juveniles pre y post asentamiento y las relaciones tróficas durante estas fases, vinculando dichos factores con los oceanográficos que inciden en el ciclo de vida de este cefalópodo”, apuntan los científicos.
“Los factores responsables del éxito del reclutamiento en los cefalópodos dependen en su mayor parte de las interacciones entre las fases de masa de huevos, subadultos recién nacidos y pre-reclutados y el entorno físico y biológico que prevalece durante cada fase”, explican.
El grupo de Ecología y Biodiversidad Marina ha liderado durante las dos últimas décadas varios proyectos multidisciplinares que proporcionaron la importancia de los marcos meteorológicos, físicos y biogeoquímicos en la ecología de las paralarvas de cefalópodos en una zona de importancia pesquera como el caladero de las Islas Cíes, frente a la ría de Vigo.
Grupo Profand
Además, actualmente colabora con el Grupo Profand para avanzar en el cultivo integral de pulpo. En este contexto, el grupo desarrolla el proyecto Ecosuma con el cometido de indagar en varios aspectos del ciclo de vida de las paralarvas silvestres de cefalópodos que deben resolverse para mejorar y aumentar las posibilidades de llegar a un cultivo integral de la especie, en concreto, en los relacionados con las fases silvestres previas al asentamiento al fondo marino y juvenil, prácticamente desconocidas hasta el momento.
“Pretendemos avanzar en el conocimiento de dos fases inexploradas del ciclo de vida del pulpo común – la etapa larvaria en el plancton y el inicio de la etapa juvenil en el fondo- en estado salvaje para trasladar este conocimiento a la obtención de un cultivo integral sostenible de la especie a nivel industrial, lo que hasta ahora no es posible en altas supervivencias”, señala González.