Un amable lector de vigoe.es nos aborda por la calle para comentarnos que hagamos una llamada de atención sobre la Praza da Independencia, que está abandonada y salta a la vista. Recordemos que la plaza fue peatonalizada en los primeros años de este siglo XXI. Hasta entonces, el tráfico rodado era intenso y ocupaba la mayor parte de la superficie. Las aceras no invitaban al paseo y la zona era muy ruidosa y con el aire contaminado por los vehículos.
Cuando se anunció el proyecto de peatonalización, muchas personas comenzaron a manifestarse en contra porque no comprendían la trascendencia de esta actuación urbanística. Sin embargo, al poco tiempo de inaugurarse, la opinión positiva se generalizó totalmente y la plaza se convirtió en imprescindible para el barrio e incluso para la ciudad, teniendo una gran repercusión en la hostelería y el comercio, revalorizándose las viviendas y los locales comerciales.
Todo el mundo quedó y sigue encantado, aunque el adoquinado fue, quizá, el único y gran error. Es justo reconocer que se ha mejorado notablemente el parque infantil y el parque de gimnasia para mayores, además de la colocación de mesas de piedra y bancos.
Pero la plaza presenta un notorio abandono en algunos de sus elementos: las jardineras, la hierba, e incluso la estatua que la preside, dedicada a los héroes de la Independencia: Pablo Murillo y Cachamuiña.
El Concello de Vigo debería dedicarle un poco de atención al mantenimiento de esta zona que disfrutan diariamente miles de personas de todas las edades.