De unos años a esta parte, quizá porque la edad avanza de modo inexorable, he retomado la costumbre de leer las esquelas del periódico, siquiera los nombres, por si aparece alguien conocido. Lo de leer las esquelas venía haciéndolo de un modo habitual, hasta que un día me encontré de repente con la de un entrañable amigo de la infancia. Aquello me impresionó tanto que hice un largo paréntesis que duró varios años.
Pero la vida sigue y hay que mirar hacia delante con valentía, en todo caso con resignación. Y he vuelto a leerlas. Así fue que ayer me encontré con una esquela que llamó mi atención y la de muchas personas. Era la esquela de Miguel Ángel Reyes González. Los diferentes apartados eran los habituales, sin embargo, debajo de su nombre estaba el apodo con el que todo el mundo lo conocía, Sly, y una frase llena de ingenio y simpatía que por sí sola trasluce la enorme personalidad de quien la escribió: “ME LO HE PASADO MUY BIEN. GRACIAS POR TODO”. Tal cual, escrita con mayúsculas, como un grito a la felicidad y a la gratitud, ese era Sly.
Todo el mundo coincide en que Sly —Miguel Ángel Reyes González— era una persona singular. Nació en México y junto con sus padres, emigrantes, se vino para Vigo a punto de convertirse en un adolescente, en la década de los años noventa. Se ganaba la vida en el sector de la automoción, pero sus verdaderas pasiones eran todo aquello que estuviera vinculado con la vanguardia de la pintura, sobre todo el grafiti, del que fue precursor en la ciudad de Vigo, pero también con la música y con cualquier otra vía de expresión artística, con una curiosidad insaciable.
Sly fue uno de los primeros grafiteros en la ciudad de Vigo, firmando como SLY94, y un amante de la música electrónica y el hip hop, y de todo aquello que tuviera algo que ver con la vanguardia. Por desgracia, la vida se lo ha llevado a una edad muy temprana, pero dejando un inolvidable recuerdo entre cientos y cientos de amigos a los que les ha quedado agradecido, tal como manifiesta en su esquela: “ME LO HE PASADO MUY BIEN. GRACIAS POR TODO.” Yo creo que Sly fue un vigués singular que bien merece una calle o una plaza en este Vigo donde dejó su huella imborrable, en esta ciudad que poco a poco va cubriendo las paredes y medianeras de grafitis, de los que él fue un precursor. Es hora de que sus amigos se movilicen para conseguirlo.