Hemos tomado esta foto de internet y desconocemos su autoría. De tener tanto dinero seguramente estaríamos de vacaciones en alguna isla tranquila del sur, sin demasiados problemas y ajenos a las tormentas del invierno y a la tensión bélica entre Rusia y el resto del mundo. Pero el dinero lo mueve casi todo y es el principal —y casi único— motivo por el cual existe el desabastecimiento de circuitos integrados, lo que se conoce como chips.
Esos componentes electrónicos son indispensables para el mundo en que vivimos: los coches, los instrumentos de comunicación como teléfonos y televisioines, los aviones, etc, etc, etc. Resulta que quienes dedican su tiempo, esfuerzo y dinero a la generación de dinero digital, bitcoins o cualquier otra moneda similar, necesitan equipos informáticos potentes y pagan lo que sea, lo que sea, por esos pequeños componentes. De ahí el desabastecimiento.
Los fabricantes de chips ven este negocio muchísimo más rentable e incluso marcas tradicionales de fotografía y material audiovisual derivan su producción al mejor postor.
Nos preguntamos hasta cuándo continuará esta situación de desabastecimiento. Seguramente hasta que el mercado de las criptomonedas esté regulado en todos los países, pero todavía tendrá que pasar mucho tiempo para eso.