El exnovio de Déborah Fernández-Cervera, la joven viguesa cuyo cadáver fue hallado hace 20 años en una cuneta de O Rosal, ha defendido este viernes su inocencia en su comparecencia como investigado en el Juzgado de Instrucción 2 de Tui, donde ha respondido a las preguntas de la jueza, el Ministerio Fiscal y su abogado, mientras que ha rechazado contestar a las de los abogados de la familia.
“Para nosotros es una pena porque teníamos muchas preguntas para hacerle de muchas dudas que tenemos, y él ha dado su versión, legítimamente, y no tenemos nada más que decir”, ha dicho a las puertas del juzgado Ramón Amoedo, abogado de la familia de Déborah.
Acompañado por sus abogados, el investigado acudió puntual a la cita en los juzgados de Tui, a donde llegó a las 09:15 horas y donde ya le esperaban un enjambre de cámaras y decenas de personas. Algunas de ellas pedían con pancartas ‘Justicia para Déborah’.
También se encontraban familiares de la joven, que han mantenido un breve cruce de palabras, cargadas de tensión, con el abogado del investigado. Rosa, hermana de Déborah, espetó al sospechoso: “Ahora vas a tener tu oportunidad, amigo”. Esta afirmación obtuvo la respuesta del letrado: “Calladita estabas más guapa”, replicó.
Ha sido un interrogatorio de unas dos horas, el primero al que se somete como investigado el que la Policía considera como principal sospechoso del crimen, aunque previamente había declarado media docena de veces en sede judicial, testimonios que, según los abogados de la familia de Déborah, son contradictorios entre sí, razón por la que no les ha sorprendido que la declaración de este viernes haya sido “un poco distinta”.
Al respecto, Rosa, hermana de Déborah y portavoz de la familia, ha asegurado que el investigado “está en su derecho de mentir” y que esperaría a poder leer la declaración de este viernes para “decir la cantidad de incongruencias que hay frente a anteriores declaraciones”. “Ninguna declaración de las que prestó se asemeja a las demás”, ha dicho Amoedo, quien se ha preguntado “cómo puede ser que una persona se contradiga en tantas ocasiones”.
El interrogatorio de la jueza y el Ministerio Público, según Amoedo, “ha sido bastante exhaustivo”, aunque él hubiese preferido que fuese más largo, y en todo caso, al menos para los abogados de la familia no ha servido, de momento, para arrojar luz sobre el caso.
El interrogatorio se ha producido en una semana en la que el Instituto Nacional de Toxicología ha remitido un informe según el cual ha encontrado ADN masculino en una de las uñas del cadáver de Déborah, exhumado a instancias de la familia el pasado 18 de mayo. Ahora, los abogados de la familia solicitarán la ampliación de la prueba pericial para intentar determinar los marcadores genéticos hallados.
Además, están a la espera de que llegue el informe del análisis del disco duro de la joven, que no servirá para mucho más que para acreditar por escrito en la testifical pericial que el disco fue manipulado y borrado de manera profesional, una cuestión que, según Amoedo, genera “muchas más dudas o sospechas sobre este caso”.
A partir de ahora, la familia de Déborah y sus abogados examinarán con calma la declaración de este viernes para decidir qué pruebas pedir respecto a las personas que en ella se mencionan o respecto a hechos que generan incluso más dudas de las que ya tenían antes de la declaración.
Amoedo, en todo caso, no ha querido perder la ocasión de repetir, “le duela a quien le duela”, que “la actuación policial de los primeros meses fue absolutamente negligente” y que “si se hubiesen hecho bien las cosas en 2002 no estaríamos aquí hoy”.