Ramón Pérez Amoedo, abogado de la familia de Déborah Fernández Cervera, la joven viguesa cuyo cadáver apareció en una cuneta de O Rosal hace ahora veinte años, ha calificado este viernes de “conversación de amiguetes” al interrogatorio al que la semana pasada sometió la jueza al exnovio de la joven.
“He dejado pasar una semana desde la declaración del investigado como sospechoso de la desaparición y muerte de Déborah Fernández-Cervera. Lo hice para que mi ira bajase de intensidad, pero el efecto ha sido todo lo contrario”, ha escrito Amoedo en su cuenta de Linkedin.
“El interrogatorio efectuado por la juez y el fiscal fue una conversación entre amiguetes, sin intensidad, sin incomodar. Se limitaron a cumplir el trámite impuesto por la Audiencia Provincial de Pontevedra pero volviendo a demostrar que quieren cerrar este asunto cuanto antes”, ha añadido.
En opinión de Amoedo, “si tienes delante tuya a una persona acusada de asesinar a otra, tienes que interrogarlo hasta agotarlo, tienes que insistir ante sus continuas contradicciones, tienes que desmontar sus mentiras”.
El abogado de la familia afirma también que “fue mucho más incisivo el interrogatorio que le hicieron al agente de la Policía autor del Informe de 2010” que puso el foco sobre el exnovio de Déborah, que el viernes pasado declaró por primera vez como investigado en el Juzgado de Instrucción número 2 de Tui.
La declaración la autorizó la Audiencia Provincial de Pontevedra a instancias de los abogados de la familia tras la continuada negativa de la jueza de instrucción y cuando estaba a punto de prescribir el caso, lo que ha detenido los tiempos.
Tras la declaración, el propio Amoedo dijo haber detectado contradicciones entre la versión que el investigado había dado en sede judicial y la media docena que había hecho anteriormente a la Policía, y añadió que revisaría con calma sus palabras.
Una semana después, asegura sentir “rabia, frustración, incredulidad” por cómo se desarrolló el interrogatorio, y finaliza su escrito con estas tres palabras: “Déborah, lo siento”.