La Xunta de Galicia lleva meses anunciando la puesta en marcha de un nuevo Bono Turístico, animada por el éxito en su año de estreno, en 2021. Y cada vez que se informaba de alguna novedad, se destacaba el hecho de que las tarjetas disponibles se hubiesen agotado en 12 horas en su primera edición. Una advertencia de lo que podía suceder en 2022. Pese a ese aviso, no se ha evitado el colapso de la sede electrónica gallega y, con ello, el enfado de los demandantes.
Nada más activarse el plazo de peticiones, en la medianoche del domingo 20 al lunes 21 de marzo, el sistema creó una larga cola que ponía en situación de lo complicado que sería hacerse con un bono. “Estás na fila para #QuedamosEnGalicia22. Cando chegue a túa quenda, terás 30 minutos para acceder ao sitio web”, informaba la web, que también daba un número de turno.
Desde el primer momento era difícil no rondar el puesto 10.000. Pero ese número incluso llegó a 15.000 durante la mañana del lunes. Además, ya se alertaba del tiempo que quedaba por delante: “Hora prevista de entrada no sitio web: máis dunha hora. O tempo de espera estimado é: máis dunha hora”, sin detallar más.
Ante esta tesitura, muchos gallegos optaron por desistir y otros por robarle horas al sueño para conseguir su objetivo. Aun así, algunos no lo consiguieron. Las redes sociales se llenaron de mensajes de quejas y de protestas ante la Xunta. No solo por la larga espera o por la noche en vela sino porque la sede electrónica sufrió incidencias incluso al llegar el turno, según denunciaban diferentes usuarios.