La Policía Nacional ha propuesto para sanción, conforme a lo establecido en la Ley del Deporte, a más de 100 personas a raíz de los sucesos que rodearon al partido que enfrentó este pasado domingo al Celta B y al Deportivo en el estadio de Balaídos, que fue declarado de alto riesgo.
Según ha informado este jueves la Comisaría de Vigo-Redondela, estas personas se enfrentan a “duras sanciones económicas”, que pueden oscilar entre los 150 euros y los 650.000 euros. El cuerpo nacional también ha revelado que los agentes se incautaron de “varios objetos contundentes” como palos de madera, barras de metal, defensas extensibles, una llave de pugilato y un extintor.
Los hechos se remontan al pasado 27 de marzo, principalmente cuando al acabar el encuentro un grupo de aficionados del Celta abandonaron sus asientos y saltaron al terreno de juego para dirigirse a la parte del estadio dónde se encontraban los hinchas del equipo contrario. La Comisaría de Vigo-Redondela constata que esa invasión de campo tenía como fin “provocar e increpar” a la afición rival, que respondió “lanzando objetos desde la grada, botellas y parte de los asientos que habían sido previamente arrancados”.
“Los vigilantes de seguridad intentaron contener a estas personas, sin conseguirlo, incluso alguno de ellos llegó a ser agredido, lo que provocó la intervención de los agentes de la Policía Nacional en el terreno de juego para controlar y desalojar a los violentos, recibiendo insultos y agresiones”, según relata la Comisaría de Vigo-Redondela.
Altercados previos
Además, antes del partido, aproximadamente a las 09:00 horas, se recibieron varias llamadas en el 091 para alertar de la presencia de “un nutrido grupo de personas que portaban palos y otros objetos en actitud violenta” y que estaban “causando a su paso destrozos en varios vehículos que se encontraban estacionados en la calle Cronista Elías Rodríguez”. Estos individuos se dirigían hacia el parque de A Bouza, donde se estaba produciendo una pelea entre aficionados del Celta B y del Deportivo.
Por este motivo, la Policía Nacional desplazó diversos efectivos hasta el lugar. A su llegada, algunos jóvenes huyeron a la carrera pero se logró “reducir e identificar” el “grupo de violentos”, que estaba formado por unas 50 personas.
Así, todos estos hechos se han saldado con más de 100 propuestas para sanción, además de la incautación de efectos susceptibles de causar daños y lesiones. Los responsables de dichas acciones se enfrentan a sanciones económicas cuya cuantía oscila entre los 150 euros –para las infracciones leves- y los 650.000 euros, así como la prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un periodo de cinco años -en el caso de infracciones muy graves-.
La Policía Nacional asegura que la investigación continúa abierta y no se descarta que estos hechos puedan ser constitutivos de infracciones penales como daños, alteración del orden público o riñas tumultuarias.