El 1 de marzo de 1493 Bayona fue el primer puerto de Europa en conocer que la expedición de Cristóbal Colón había llegado a «Las Indias». La gran noticia la trajo el capitán de La Pinta, Vicente Yáñez Pinzón que patroneó la carabela de 20 metros de eslora y 50 toneladas, con 26 hombres de tripulación.
Este hecho cambió la historia del mundo con el descubrimiento de un nuevo continente que, en lugar de llamarse Colombia, se denominaría América. Otro hecho de parecida importancia fue la primera circunnavegación del mundo en toda su historia a cargo de Magallanes/Elcano en 1522.
Hubo otros grandes hitos de la exploración del planeta en aquella época, como fue el descubrimiento de la ruta (o tornaviaje) desde Filipinas hasta el virreinato de Nueva España (Méjico) por cuenta del vasco Andrés de Urdaneta.
Cualquiera de estos hechos serían susceptibles de ser envidiados por grandes países como Francia o Inglaterra (hoy Gran Bretaña) para incluirlos en su historia.
Hace pocas fechas pudimos leer en la prensa la noticia: «La reforma de la ESO incluye el estudio de los animales como «seres sintientes» y no menciona la conquista de América».
Ustedes imaginen que el gobierno del señor Macron decidiese retirar de sus estudios de secundaria la Revolución Francesa y el imperio de Napoleón Bonaparte. O como si el presidente Biden decidiera quitar del bachillerato norteamericano su Guerra de la Independencia frente a los ingleses. No hace falta decir que estas decisiones les costaría a los dos políticos el puesto y el escándalo sería mayúsculo en ambos países.
Pues resulta que en «este país», llamado España, una decisión semejante se puede perpetrar por la ministra de Educación y Formación profesional, Pilar Alegría. Esta señora, de la que no se conoce licenciatura ni trabajo conocido, se cree con derecho a implementar una enseñanza secundaria paupérrima que destrozará el futuro de miles de jóvenes españoles.
Y yo me pregunto, ¿esta medida afectará a los hijos de la clase media-alta? En absoluto, porque ellos irán al colegio privado de turno donde se seguirá enseñando toda la epopeya americana. Sin embargo los jóvenes de familias de menor renta serán educados(?) en centros públicos donde serán formados en políticas de género, animalistas, de empoderamiento y heteropratiarcado de la Agenda 2030. Lo malo será cuando estos españolitos quieran encontar trabajo y se den cuenta que no están en absoluto preparados para entrar en el mercado laboral, y perciban el fraude de su educación pública.
Hay que decirle a los políticos españoles, en el poder y en la oposición, que son nuestros empleados y lo que tienen que procurar es que los ciudadanos estén cada vez más formados y puedan vivir mejor. Si no es así estos políticos sobran.
Pero se ve que a los partidos de la izquierda española esta noticia no ha llegado todavía. Pues algo habrá que hacer al respecto.