Muchas personas todavía recuerdan el cine Tamberlick, en la Rúa Eduardo Iglesias, de Vigo. Abrió sus puertas como teatro en el año 1882 y el 29 de abril de 1897 se utilizó para proyectar la primera película en la ciudad de Vigo, una de las históricas películas de los hermanos Lumiere. Durante muchos años también se utilizó como circo y como teatro, y eso explica que la superficie del patio de butacas fuera circular y que en su puerta principal figurara el nombre de Teatro Circo Tamberlick.
A partir de los años sesenta del pasado siglo XX la historia del Tamberlick avanzó conjuntamente con la del cine Odeón, que había abierto sus puertas en 1917, en otra calle de la ciudad y mucho más tarde que el cine Tamberlick.
El cine Odeón estaba en un edificio proyectado por el arquitecto Michel Pacewick en la esquina de la Rúa Urzaiz con la Rúa Magallanes. Anecdóticamente, en los años sesenta, en el cine Odeón se proyectó la película “Franco, ese hombre”, una película propagandística del régimen franquista a la que muchos colegios de la ciudad llevaban a sus alumnos para que la vieran.
Unos años más tarde, en 1969, el edificio del Odeón se derribó sin contemplaciones y sin respeto a la obra de Michel Pacewick. Sus instalaciones fueron trasladadas al edificio anexo al del Tamberlick mientras en el solar del Odeón se construyó un gran edificio que actualmente tiene un conocido establecimiento en el bajo comercial.
El resto de la historia del cine Tamberlick, junto con el Odeón, terminó en 1989, cuando ambos cerraron definitivamente sus puertas. En 1991 derribaron el edificio de la Rúa Eduardo Iglesias para construir otro destinado para viviendas y oficinas. El próximo 29 de abril se celebrará el 127 aniversario de aquella primera proyección cinematográfica en el Tamberlick, un histórico cine de Vigo del que ahora sólo quedan los arcos de la entrada con el arpa de piedra en lo alto, quizá para que nadie diga aquello de que ni siquiera quedó piedra sobre piedra.