Te lo dije el martes”. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, había augurado en la presentación del acuerdo de patrocinio del Campeonato de España, el pasado martes, que “Tone” Pérez iba a volver a ganarlo. Acertó y se lo recordó durante la entrega de premios, en el pantalán, a la que acudió el presidente del Real Club Náutico de Vigo, José Antonio Portela, que recordó que “esto ha sido el premundial”.
Antonio Pérez, “Tone”, y Laura Llópiz, regatistas vigueses nacidos en 1990 y 1991, respectivamente, y que navegan con la grímpola del Real Club Náutico de Vigo, vivieron un domingo, jornada final del 58 Campeonato de España, sin sobresaltos en la ría viguesa. Se pensaba que la flota podría hacer una o dos regatas, pero la llegada del viento térmico no se produjo en el tiempo previsto y el medio centenar de barcos se quedó en tierra por vez primera en cuatro días.
“Tone va a ser campeón”, había dicho el sábado Pablo Cabello, compañero de equipo de regatas del Náutico y podio final en esta edición. Es voz autorizada porque cuenta seis títulos nacionales absolutos, a uno solo del cuntiense Pedro Campos, el rey de la clase en los años 60 y 70 del siglo pasado. Cabello creía que la flota saldría a disputar alguna regata más, aunque finalmente no fue así.
“Tone” y su tripulante Laura Llópiz se mostraron como los más sólidos en tres días con unas condiciones de viento bien diferentes. En Laredo 2021, en octubre pasado, dominaron a sus rivales de cabo a rabo desde la primera regata (1-1-2-[3]-1-3-1, 9 puntos netos, cinco sobre el barco subcampeón). En esta oportunidad, los vigueses Nacho Campos y Yolanda Bastos (CD Alagua de A Guarda) y los levantinos Francesco Zampacavallo y Carlos Francés (RCN Valencia) se lo complicaron mucho el jueves, pero Tone y Laura se escaparon viernes y sábado para acabar con una serie espectacular (4-1-[6]-1-1-4-1-1-2, 15 puntos netos, once sobre los subcampeones).
“Ha sido el Campeonato de España con más nivel de los últimos veinte años y de más participación”, reconocía “Tone”. No fue impedimento para que repitieran: “Nos empezó a salir bien cada manga y tuvimos mucho feeling con el barco. Fuimos controlando desde el principio la clasificación bastante bien y al final acabamos con más margen del que esperábamos inicialmente”.
Así, el barco campeón, el “SR360”, repetirá en el Mundial de Vigo en julio. “Hemos decidido que el diseño de las velas sea el mismo; llevamos con ellas desde el año pasado y creemos que no podemos encontrar más velocidad en otro diseño”, asegura el patrón vigués, bicampeón nacional.
Laura Llópiz, pentacampeona del mundo femenina, y campeona del mundo en categoría mixta (con Tone en Travemunde 2018), reconocía que este título “ha sido mucho más difícil que el de Laredo: ha habido más flota y mejor preparada. Cada punto aquí hubo que pelearlo; allí fue complicado pero nada que ver con este”, dijo.
El festival vigués también se dio en el resto de las categorías. Paula y Paloma González (RCN Vigo), con su barco “Concello de Poio” (de allí son naturales) terminaron en la séptima plaza de la general (novenas el año pasado), revalidando su título absoluto femenino. En juveniles, victoria de Pedro Fernández y Carolina Iglesias, octavos en la general final absoluta. Corrieron, al igual que Paula y Paloma, dentro de la selección gallega para este Nacional e igualmente pertenecen al Náutico de Vigo. Además, Nicolás González (Marítimo de Canido) y Martín Pérez (RCN Vigo), décimos en la clasificación global, se llevaron el trofeo a mejor tripulación sub-23.
El Mundial de Vaurien espera en julio (23 al 30), con la flota viguesa y Zampacavallo y Francés dispuestos a pasar a la historia.