La tienda Panda Bohème, en Vigo, vivió este pasado lunes una situación de lo más surrealista. Una mujer de mediana edad entró en el comercio -una “papelería gourmet” tal y como la describen sus propietarios- para hacer unas compras pero su estancia en el local terminó de una manera muy inesperada: con el robo de un cuaderno y unas libretas, el encargo de un pedido y la entrega de un currículum vitae por si surgiera alguna oferta de trabajo en el establecimiento.
La situación fue tan curiosa que Ana, una de las impulsoras de esta tienda, situada en la calle María Berdiales, se vio en la necesidad de compartirla por las redes sociales. Tal y como relató en Instagram, esta clienta robó unos artículos mientras paseaba por la tienda y, posteriormente, efectuó un pedido con todos sus datos personales. Por si la información facilitada no fuera suficiente, entregó su CV con sus señas y todo su historial laboral, en el que se puede comprobar que se dedica a la docencia. Pocas veces un ladrón ha dejado tantas pistas en el lugar del delito.
Los dueños de la tienda se dieron cuenta de lo ocurrido más tarde y revisaron las cámaras de seguridad, en las que pudieron comprobar lo sucedido. “Entró en la tienda, dio un paseo y cogió un montón de cosas. Luego vino al mostrador para encargar un pedido, pendiente de pago, que recogerían más tarde sus padres. Por el camino se metió cosas en una bolsa que traía y fue luego cuando dejó el currículum”, relata Ana a VIGOÉ.
Los artículos robados son un cuaderno de 600 páginas y casi 2 kilos de peso de la marca Papier Merveille y unas libretas de pequeñas dimensiones. Productos valorados en poco más de 30 euros. “No cogió un boli, una goma de borrar o un washi tape, sino lo más grande y pesado que hay a la venta”, comenta. Con el agravante de que “hay una cámara justo encima del cuaderno que se llevó” y en las imágenes se aprecia con detalle cómo incluso les quita la funda a los objetos por si acaso pudiera activar una alarma al salir del local. “Y las libretas ni siquiera están a la venta. Se dan de regalo por determinadas compras”, explica Ana.
Al percatarse de la situación, desde Panda Bohème se pusieron en contacto con ella para pedirle que devolviera los artículos o que los pagara. La llamaron por teléfono. También le mandaron correos electrónicos y mensajes directos por Instagram al encontrarla con perfil abierto y fotografías en las redes sociales. Todo ha sido en vano, ya que no ha contestado de ninguna de las maneras.
“Le estamos dando un margen. Le hemos dicho que tenemos las grabaciones y que sabemos lo que ha hecho, pero no creemos que vaya a responder”, revela Ana. El último recurso será acudir a la policía. “Si no queda más remedio, presentaremos una denuncia. Tenemos sus datos reales y hasta hemos encontrado sus perfiles abiertos en las redes sociales, con foto”, añade con resignación.
Tras compartir lo sucedido, el comercio ha recibido multitud de reacciones. De incredulidad y de solidaridad, principalmente. Incluso les han hecho valorar la posibilidad de que la mujer padeciera algún tipo de trastorno mental. “Me podría quedar margen de duda por si metió los artículos sin querer, pero llevaba el currículum en una carpeta y en las imágenes se ve que tuvo que mover el cuaderno grande para cogerla”, finaliza Ana. Todo esto, además de propiciar una situación un tanto rocambolesca, les ha hecho incrementar las medidas de seguridad.