El Tribunal Administrativo de Contratación Pública (TACGal) ha desestimado el recurso interpuesto por la UTE Vigbus para paralizar el concurso público de transporte escolar que cubre las rutas de varios centros de enseñanza de Vigo. Poco después de que esta unión temporal de empresas publicara un comunicado en el que informaba de la suspensión del contrato, el tribunal ha difundido una resolución mediante la cual levanta dicha medida.
Según Vigbus, el adjudicatario no disponía de los medios suficientes para ejecutar el contrato y que sabía de antemano que se iba a producir ese incumplimiento. Además, destacaba que algunos de los autobuses presentados estaban prestando servicio en Barcelona. Sin embargo, el TACGal entiende que “no cabe pretender que cualquier licitador, con carácter previo al inicio de la ejecución del contrato, deba tener sin utilizar aquellos medios necesarios para la prestación de un contrato (…) pues lo contrario no solo carecería de una mínima lógica económica sino también jurídica”. El tribunal sostiene que estos medios “no están adscritos a un contrato”.
El organismo de contratación también rechaza la denuncia en la que Vigbus alertaba de la supuesta inclusión de flota –concretamente, tres vehículos- perteneciente a una tercera empresa ajena. El motivo, que la firma adjudicataria negó esta acusación y envió documentación acreditativa sobre la propiedad de esos autobuses, catalogados como ECO.
Estas pruebas también tumban otra de las demandas de Vigbus, relacionada con la clasificación medioambiental de los automóviles. La UTE entendía que no se alcanzaba el compromiso de aportar ocho buses ECO y que solo se pondrían en servicio cinco unidades. Al quedar demostrada la titularidad de los tres vehículos cuestionados, este argumento se ha caído de forma automática.
Por todo ello, el TACGal desestima el recurso de Vigbus, levanta la suspensión y declara que no se aprecia “temeridad o mala fe en la interposición del recurso, por lo que no procede la imposición de multa”.