El astillero Armón ha sido el escogido por la administración concursal para hacerse con vigués Hijos de J. Barreras ante la perplejidad de los trabajadores, que se declaran “jodidos no, lo siguiente” y que ya anuncian movilizaciones en la calle.
“La administración concursal ha presentado un informe final donde se postula por Armón, que es la oferta que no cuenta con el empleo de los trabajadores. Había dos que sí contaban, pero se han dado el lujo de apostar por el que no”, ha dicho a Efe Sergio Gálvez, presidente del comité de empresa de Barreras por UGT.
La administración concursal entiende que no existe riesgo de que con la adjudicación a Armón, un astillero con presencia en Vigo desde hace dos décadas, pueda producirse un nuevo fracaso empresarial, y su oferta económica, de más de 14 millones de euros, ha sido la mejor valorada.
Además de Armón, en marzo presentaron ofertas Marina Meridional y Gondán, que era la preferida de los trabajadores, tal y como explicaron en su momento los sindicatos, porque se comprometía a asumir a toda la plantilla, mientras que Armón no subrogará el contrato de más de una veintena de trabajadores.
“Nos suena a cachondeo. Siempre hemos sostenido que la que más primaba era Gondán porque es un astillero que ha dejado de contratar barcos porque tiene las gradas llenas. Era una oferta imbatible, asumía a los trabajadores”, explica Gálvez, según el cual existe ahora una situación de “cabreo e indignación total en la plantilla por este posicionamiento”.
En realidad, la última palabra la tiene la jueza del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, pero nadie cree que vaya a contradecir el informe de la administración concursal.
Los trabajadores aseguran que hubiesen entendido esta decisión “si no hubiese una oferta alternativa, pero la hay, lo que sucede es que hay quien decide que hay que pagar el cien por cien a los acreedores y echar a los trabajadores”.
Lamentan que la parte social no haya “pesado nada” en la decisión de la administración concursal y que se haya obviado que la de Gondán es una oferta “mucho más coral”.
Sin implicación institucional
Según Gálvez, “lo peor es que el atraco se da con la visión contemplativa de todos los estamentos: la Xunta y el Ministerio de Industria”, y anuncia que la paz social que ha existido hasta ahora está a punto de terminar.
“La Xunta dice que es un tema judicial y se permite que haya cien trabajadores en la calle cuando hay ofertas alternativas. Se está despidiendo el conocimiento y el trabajo se va a externalizar todo”, lamenta Gálvez.
Los trabajadores están convocados para participar en una asamblea general el jueves y a partir de ahí estipularán un “calendario de conflictos” para defender en la calle sus derechos ante una decisión que consideran un “auténtico atropello”.