El centro de Vigo tendrá una nueva oferta gastronómica desde el sábado 14 de mayo. Taberna Rabuda (Doutor Cadaval, 32) se estrena en la ciudad olívica con el propósito de ofrecer comida tradicional y un ambiente familiar. Una incorporación que busca revitalizar la zona, castigada en los últimos años por el cierre de numerosos negocios. Uno de los más recientes, la emblemática pastelería Montserrat.
Al frente de la Rabuda se encuentran Andrea Portela, Ana Doval y Miguel Rueda, veteranos en el sector hostelero de la ciudad. De hecho, son los propietarios de Marimorena, taberna situada en el Casco Vello que se vio obligada a cerrar en pleno confinamiento por el deterioro del edificio en el que estaba alojada.
Después de pasar unos meses complicados y llenos de incertidumbre, vuelven con Taberna Rabuda dispuestos a ofrecer un viaje gastronómico a través de las distintas tabernas tradicionales de la península. “Al no poder volver a abrir Taberna Marimorena, tuvimos que plantearnos si apostábamos de nuevo por un proyecto similar o por otro diferente. Pensamos en todo tipo de alternativas, desde negocios ‘delivery’ a propuestas de comida asiática, pero finalmente, decidimos que la taberna es lo nuestro y creamos Rabuda” explica Andrea Portela, quien añade que “a diferencia de Marimorena, en esta nueva taberna se podrá disfrutar de platos típicos de toda la geografía peninsular, desde gildas vascas, frituras andaluzas o chacinas castellanas, hasta cocido gallego y pulpo á feira. Las instalaciones y la cocina son más amplias, por lo que podemos ofrecer a nuestros clientes mucho más, sin perder de vista la calidad de las materias primas”.
En la cocina, Ana Doval, será la encargada de preparar los diferentes platos caseros. “La comida tradicional sigue gustando. Tenemos muy buen producto y queremos sacarle el máximo partido, que la gente pueda saborear las recetas de siempre, las que ya nos hacían nuestras abuelas, pero con un toque diferente, más moderno”, detalla Ana.
Así, la carta está diseñada en un formato de raciones y tapas, pensadas para compartir y elaboradas con productos frescos, de cercanía y de temporada. La oferta gastronómica se amplía, pero lo que no cambia es el equipo. “Somos los mismos que en Taberna Marimorena. Llevamos juntos desde los inicios. Somos una pequeña gran familia y estamos encantados de que siga siendo así”, comenta Miguel Rueda.
Ambiente familiar, cocina casera
Las tabernas tienen un ambiente familiar que resulta innegable y, en este caso, se hace todavía más patente. Ana y Andrea son madre e hija. Por su parte, Miguel es pareja de Andrea y, por tanto, yerno de Ana. Alejandro y Jessica completan el equipo.
Todos ellos han formado un tándem en Taberna Marimorena y, ahora, esperan hacer lo propio en la Taberna Rabuda. Asimismo, con el objetivo de crear un ambiente sano y distendido, han colocado una gran mesa compartida con el fin de “hacer más hogar, más barrio”, apunta Miguel.
Taberna Rabuda, un nombre con historia
El nombre de la taberna es un homenaje a la bisabuela de Andrea Portela. “Mi bisabuela Ramona era muy rabuda, tenía mucho genio, y es algo que se ha ido transmitiendo de generación en generación. Incluso nosotros, a pesar de tener que cerrar Marimorena y de vivir una pandemia donde el sector de la hostelería se vio gravemente afectado, decidimos seguir adelante con nuestro nuevo proyecto de emprendimiento. Esta taberna no podía tener otro nombre”, concluye.