Abel González será el entrenador del Mecalia Atlético Guardés en la temporada 2022/23. El club miñoto apuesta por una solución de la casa para ocupar el puesto que deja vacante José Ignacio Prades tras seis exitosas temporadas. El técnico asturiano, hasta el momento segundo entrenador y coordinador de la cantera, asume la responsabilidad y da un paso adelante para ponerse al frente del equipo, en la que será su primera experiencia como primero en la máxima categoría.
Abel ya tuvo la oportunidad de probar esa sensación esta misma temporada. Fue de forma interina, mientras Prades estuvo de baja por una intervención renal. En ese periodo, González dirigió al Guardés en dos partidos de notable dificultad y en ambos logró la victoria. Con el asturiano como técnico principal, el Mecalia superó en A Sangriña al Aula Valladolid (30-26) y al Elche (25-21). Entremedias quedó sin jugarse el derbi en Porriño -se disputó el pasado 13 de abril (21-22)- por un brote de coronavirus en la plantilla guardesa.
Apostar por Abel González significa apostar por un hombre de la casa. El entrenador, nacido en la bella localidad asturiana de San Juan de La Arena en 1966, ya estaba en el club antes de la llegada de Prades. Formó parte del cuerpo técnico de Manu Etayo y con la incorporación del técnico alicantino pasó a integrarse en su equipo. Juntos conquistaron el título de Liga en 2017.
La trayectoria del asturiano es amplísima. Durante más una década fue jugador de Asobal con pasos destacados por Cangas y Teucro -además de San Antonio de Pamplona y Naranco de Oviedo- para finalizar su etapa de corto en Lalín, donde comenzó su carrera como entrenador. De hecho, ambas trayectorias se solaparon en el curso 2000/01.
Abel ha desarrollado casi todo su bagaje como técnico en Galicia, donde lleva totalmente afincado desde hace décadas. Con la única excepción de la temporada 2004-05, en la que militó en el África Ceutí, el nuevo entrenador del Guardés trabajó en diversas funciones técnicas en Lalín, Porriño, Chapela, Bueu y Novás. En la campaña 2012/13 arribó a A Guarda para dirigir al equipo masculino, por aquel entonces en Primera Autonómica, además de vivir sus primeras experiencias con conjuntos femeninos en el cadete y el infantil.
Tras un año de pausa, volvió para ser el segundo de Manu Etayo y continuó con José Ignacio Prades desde el curso 2016-17 (título de Liga), con un paréntesis de tres años, en los que trabajó en propagar el balonmano en la zona de A Mariña, ejerciendo de coordinador en el Viveiro, además de ser seleccionador gallego cadete femenino. Esta misma temporada regresó al Guardés para asumir la coordinación de la base y el desarrollo de un equipo masculino con notables éxitos, además de formar parte del equipo de trabajo de José Ignacio Prades. Ahora, con la marcha del entrenador petrerí, le llega el momento de asumir el papel de técnico principal.
Joao Mesquita, renovado
Junto a Abel continuará Joao Mesquita. El preparador físico portugués ha dejado una sensacional impresión en su primer año en A Guarda. Pese a su juventud -en agosto cumplirá 24 años-, ha desarrollado un fantástico trabajo con las jugadoras, que han mostrado un gran nivel físico, incluso en tramos de la temporada muy cargados como el del mes de noviembre o más recientemente en la Copa de la Reina. Y aunque el Mecalia ha tenido muy mala suerte con las lesiones, prácticamente ninguna ha sido de índole muscular. Casi todas las dolencias que han supuesto bajas han obedecido a problemas articulares. Desde el cruzado de Hanna Nunes, al tendón de aquiles de Carolina Silva, pasando por las lesiones de rodilla de Ángela Nieto y Lorena Pérez o la luxación de hombro de Sandra Santiago, que, además, se produjo con la selección portuguesa.
Este gran nivel del preparador de Oporto ha sido muy apreciado en la entidad, que no ha dudado en ofrecerle la renovación. Mesquita, que además ha formado parte de la plantilla del equipo masculino, está encantado en A Guarda y continuará en el club, ahora formando parte del cuerpo técnico de Abel González.
A ese equipo le falta una pieza, la del segundo entrenador. El Guardés y el propio Abel están trabajando en ello y un buen tramo del proceso está completo. En los próximos días esperan cerrarlo y anunciar el nombre de la persona que acompañará al entrenador asturiano y al preparador físico portugués en la aventura de la temporada 2022-23.
“En positivo”
El técnico asturiano resume este paso en una palabra: agradecimiento. “Muy grande, además”, apostilla. Abel da las gracias al club “por esta confianza” para ofrecerle el cargo de primer entrenador. “Y, sobre todo, por pensar que lo voy a hacer bien. Si no, no me lo propondrían”, apunta con una sonrisa.
Consciente de que todavía quedan tres partidos para terminar esta temporada y centrado en aportar lo máximo posible a José Ignacio Prades y al equipo para acabar de la mejor manera, Abel entreabre una ventana al curso que viene. “La temporada que viene la visualizo en positivo. Pienso que la plantilla que se está confeccionando es competitiva y va a luchar desde el principio hasta el final en todos los partidos”, expresa. “Vamos a armar un equipo que va a trabajar duro en los entrenamientos para poder estar al nivel requerido”, apunta sobre el plantel que manejará el año próximo.
“Tenemos muchas ganas de hacerlo bien e intentar, siempre que se pueda y los condicionantes acompañen, darle un título a esta afición o una clasificación acorde a la entidad del Guardés”, agrega.
Abel se deshace en elogios hacia José Ignacio Prades, con el que ha compartido muchos entrenamientos, partidos y experiencias, además de un título de Liga en 2017. “Ha sido un lujo contar con un maestro como él estos años”, enfatiza González, que desea que el seleccionador nacional “también haya aprendido cosas para aplicar en el día a día” ahora que estará al frente de las Guerreras en exclusiva. “Creo que hacíamos un buen equipo. Es una lástima que tengamos que separar nuestros caminos pero pienso que algún día nos encontraremos de vuelta y podremos trabajar de nuevo juntos”, desea.
“Evidentemente, relevar a Prades es mucha responsabilidad. Pero tengo ganas de hacerlo bien sin compararme con él porque cada uno tiene su forma de hacer. Lo que para mí es más importante es dar continuidad al trabajo que José ha desempeñado estos años, con algún toque o matiz personal mío para que esto continúe tal cual cómo vamos ahora”, concluye el técnico.