Santi Mina fue condenado a cuatro años de cárcel por la Audiencia Provincial de Almería hace menos de un mes pero la sentencia no parece haber generado rechazo en su entorno. Al menos, entre algunos compañeros de vestuario y empleados del Celta, que compartieron convite con él en la boda de Denis Suárez, celebrada este fin de semana en el Castell de Sant Marçal (Cerdanyola del Vallés, Barcelona).
Según se ha podido saber este martes a través de una fotografía que ha empezado a circular por las redes sociales, el enlace del jugador de Salceda de Caselas con la que era su novia, Nadia Avilés, contó con Mina entre los invitados a la fiesta. Como ya se sabía, también estaban allí Iago Aspas, Fran Beltrán, Rubén Blanco o Rafinha.
Algunos de ellos son amigos cercanos del futbolista condenado y han compartido vacaciones con él en veranos pasados. En esta ocasión, tampoco no han tenido reparos en celebrar la boda con el delantero y posar junto a él pese al dictamen judicial.
En la instantánea, en la que Santi Mina es rodeado con el brazo por Rubén Blanco, uno de sus amigos más íntimos, se puede comprobar cómo todos sonríen a cámara. Entre los presentes también se encuentran el director del área de Negocio del Celta, Carlos Cao, o el utillero, Edu Fernández.
Esta escena acrecienta las sospechas de que la resolución judicial, que considera demostrados los abusos sexuales perpetrados por el jugador vigués sobre una joven, no ha causado rechazo en el vestuario celeste. Tras conocerse la sentencia, ningún compañero quiso condenar los hechos. Tampoco lo hizo el entrenador, Eduardo Coudet.
Solo el presidente, Carlos Mouriño, grabó un breve vídeo para anunciar el posicionamiento del club, que apartó a Mina de los entrenamientos grupales mientras analiza la posibilidad de rescindirle el contrato. “Los valores del Celta están por encima de todo”, espetó el máximo accionista.
En libertad
Santi Mina, del que nada se sabía en estas últimas semanas, continúa en libertad porque la sentencia contra él no es firme y no se ha decretado la prisión provisional. Su defensa prevé recurrir la decisión judicial ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía al considerarle inocente.
La acusación particular ya ha presentado una apelación al reclamar una pena superior a esos cuatro años y entender que el vigués cometió una agresión sexual y no un abuso sexual sobre una joven en 2017 en Mojácar (Almería).