En los últimos años los emigrantes procedentes de Venezuela eran de los que menos trabas encontraban para regularizar su situación en España, frente a otros casos como los colombianos o los subsaharianos que lo tenían más complicado. Pero ahora el panorama solidario ha dado un vuelco para centrarse en Ucrania, casi por completo. La guerra en Ucrania acapara los esfuerzos humanitarios de los estados europeos, con programas creados ex profeso para esta situación singular que facilitan la llegada de estos refugiados y su estancia en tierras seguras, al menos mientras dure el conflicto.
La guerra de Ucrania ha incrementado el trabajo de entidades como Provivienda, que ha tenido que duplicar su oferta de plazas en su programa de Ayuda Internacional. Si el año pasado gestionaban unas 40 plazas de acogida para refugiados, ahora han tenido que sumar otras 30 y la previsión es seguir aumentado, porque sigue habiendo peticiones de asilo por distintas razones humanitarias de diversas zonas del mundo. Según explica la coordinadora de la ONG Provivienda en Galicia, Ana Pardo, es el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones el que asigna las personas a las distintas entidades sociales en los programas internacionales y facilitan ayudas hasta un período de dos años, cuando la familia ya habría conseguido establecerse y encontrar empleo, siempre que solicitud de asilo sea concedida. Pero hasta que ese día llega los migrantes deben recorrer un difícil camino, que comienza con el empadronamiento, la puerta de entrada a servicios sociales básicos como la sanidad o la educación. Clases de castellano para los que no tienen el idioma, apoyo psicológico o ayuda a nivel jurídico son algunas de las prestaciones de Provivienda para estas familias, que se complementan con un apoyo a nivel social, con el objetivo de fomentar la integración y la autonomía de todos los solicitantes de ayuda. “Nunca nos ha quedado un caso en la calle, siempre salen adelante”, asegura la coordinadora de la ONG a nivel gallego.
Al margen de las plazas de vivienda para acogida, Provivienda también se ha sumado al sistema de Emergencia Ucrania, a través del que se instalan a los refugiados en hoteles. Actualmente cuentan con 55 plazas en un hotel de Bueu y otras 22 en Tui. “Para nosotros no es el sistema ideal, porque siempre buscamos que se puedan integrar y lo mejor es que dispongan de vivienda, en un barrio con vecinos, y no alojarlos en hotel”, indica Ana Pardo.
Pardo no duda de la necesidad de ayudar a estas personas, pero lamenta que parece que se ha “desdibujado la necesidad de vivienda y han pasado a segundo plano otra situaciones de emergencia que siguen existiendo procedentes de la frontera sur o de América Latina”.
Teis, barrio de acogida e integración
Provivienda lleva más de 30 años en España trabajando en el apoyo y búsqueda de vivienda para personas vulnerables. A Galicia llegaron en 2017 y fue en Vigo donde iniciaron sus trabajos, primero en una oficina en el centro, compartida EMAUS Fundación Social y poco después ya se cambiarían para su oficina de Sanjurjo Badía, en Teis.
La elección de este barrio no fue casual, puesto que según explica Ana Pardo, toda la zona de Teis y Travesía de Vigo siempre se ha caracterizado por su integración. Es una tierra de acogida, donde hace años que residen personas de distintas nacionalidades en buena sintonía. Vecinos de Venezuela, Colombia, Senegal y otros países subsaharianos se mezclan con los vecinos más “locales” y aquí escolarizan a sus hijos y comienzan una nueva vida. Además, se trata de una zona donde ya existían entidades sociales que funcionan muy bien, como es el caso de Xaruma o el Plan Comunitario de Teis, lo que también motivó a los responsables de Provivienda la elección del barrio.
Con un alquiler medio en torno a los 700 euros en Vigo, no es fácil encontrar vivienda en la ciudad y, en ocasiones, aunque dispongan del dinero los prejuicios de algunos propietarios hacen imposible firmar un contrato de alquiler. Firmar un seguro de impagos, un aval bancario, pagar el depósito de tres a seis meses o disponer de nómina con contrato indefinido son algunos de los condicionantes actuales para alquilar un piso, lo que para muchas familias dificulta mucho el acceso a la vivienda. “Para eso estamos nosotros, para ayudar a las personas a encontrar una vivienda, y que sea digna”, explica Ana Pardo.
En el marco del programa ‘Fogares’, financiado por la Consellería de Política Social, la ONG ofrece garantías a los propietarios y se hace cargo del seguro multirriesgo, por ejemplo. Además, es intermediaria del pago durante un año, con lo que le dan seguridad al propietario al tiempo que comprueban que los abonos se realizan correctamente. La coordinadora de Provivienda no duda en asegurar que las experiencias son en general muy positivas y consiguen alojar cada año a unas 35 familias vulnerables en viviendas individuales. Además, para casos de personas con recursos económicos muy limitados también gestionan viviendas compartidas.
Cada año la demanda de vivienda para personas vulnerables es mayor y este año ya no hayan podido abrir el programa ‘Fogares’ a nuevas solicitudes, porque aún están intentando dar salida a las demandas del año anterior. “Recibimos unas 200 o 300 derivaciones al año de servicios sociales”, indica Ana Pardo.
Nuevas instalaciones y programas
El aumento de la demanda ha propiciado una ampliación de instalaciones, que les llevará duplicar la superficie de atención. A los 150 metros con los que contaban en Sajurjo Badía 103, se sumarán en las próximas semanas otros 150 cuatro números más adelante, en lo que antes era una oficina bancaria. Toda una declaración de intenciones.
Provivienda ha puesto en marcha un servicio de apoyo psicológico para ayudar a las personas que a raíz de la pandemia han visto empeorar su salud mental por el aislamiento obligado. Con este programa, llamado ‘Saudades’ la atención psicológica se presta en la propia vivienda, en un parque o donde el paciente se pueda sentir más cómodo, escapando de la habitual consulta.
Además, también tienen en marcha el programa ‘Participa‘, que busca generar encuentros entre los vecinos a través de actividades sociales, “para que se descubran a las personas más allá de los estigmas sociales”, destaca Pardo. En este marco se desarrolló recientemente la Festiña das Flores.
Provivienda en Galicia actúa en Vigo, Ourense, Ribadavia, Ferrol, Santiago y Teo, de momento, aunque el objetivo es seguir incrementado los lugares y posibilidades de vivienda para las personas. “Los últimos meses han sido muy intensos, pero el salario emocional de ver que una familia sale adelante te compensa los días malos”, resalta la coordinadora de la ONG en Galicia.