El Puerto de Vigo ha querido, un año más, rendir un homenaje a sus trabajadores con motivo de la festividad del Día del Carmen, patrona de los marineros y la Armada, que se celebra este sábado, 16 de julio. Y lo hace en un contexto de celebración, ya que se cumplen 140 años desde la constitución de la Junta de Obras del Puerto. En todo este tiempo, los trabajadores y las empresas se han dejado la piel para dar vida, diariamente, a esta parte clave en la economía de Vigo, que crece a la vez que la ciudad.
Así, según recordó el máximo responsable portuario, Jesús Vázquez Almuiña, en la tradicional comida con los trabajadores del ente con motivo de la celebración de tan señalada fecha, hoy en día, el Puerto de Vigo genera alrededor de 50.000 empleos y 13.400 millones de euros al año y casi un 40% de las exportaciones en valor del tráfico marítimo de Galicia, se realizan a través del puerto olívico.
“Somos un eslabón fundamental de la cadena de generación de riqueza social y económica del área de Vigo”, enfatizó “y, en lo que respeta al ranking nacional de los 28 puertos principales españoles, el de Vigo lidera tráficos como el de la pesca y el del granito, y colidera –junto con Valencia y Barcelona– el de automóviles, además de ser puerto de referencia en mercancía refrigerada”. Asimismo, incidió “ha sido uno de los dos Puertos de Interés General que creció durante los dos años de la pandemia”.
De igual forma, el de Vigo fue el primer puerto de la Unión Europea en implementar las políticas de sostenibilidad y Crecimiento Azul de manera integral a través de la estrategia Crecimiento Azul. “Todo esto es el resultado de años de trabajo y del esfuerzo conjunto de todos vosotros”, dijo, y por ello “quiero felicitaros y trasladaros mi reconocimiento, porque habéis hecho posible que el puerto crezca y que sea referencia en muchos aspectos”.
Agradecimiento conjunto
Tras el agradecimiento al conjunto de los trabajadores del puerto, Vázquez Almuiña personificó este reconocimiento en varias personas. En esta ocasión, los protagonistas son dos exempleados de la Autoridad Portuaria de Vigo y un armador y comercializador-vendedor de pescado. Tres personas muy queridas en el puerto vigués y a través de las que la institución que preside quiere hacer extensivo este reconocimiento al conjunto de la comunidad portuaria.
José Molares Blanco, trabajador jubilado de la Autoridad Portuaria de Vigo, es el más longevo de los tres homenajeados. Actualmente, tiene 86 años y se incorporó a la plantilla del Puerto en 1953 haciendo labores de carretillero. Dos años después, se incorporaría a la sección de grúas, donde pasó a ser jefe de equipo. En 1988 pasó a ser encargado de grúas, con 28 maquinistas a su cargo. Fue enlace sindical del sindicato vertical. En los años 70 participó en dos competiciones a nivel nacional de destreza de manejo de grúas, donde se alzó con el primer puesto, recibiendo la copa de manos del, por aquel entonces, príncipe Juan Carlos.
Durante su trayectoria profesional en la Autoridad Portuaria de Vigo formó como gruistas a trabajadores de las extintas Vulcano y Barreras, así como de los puertos de Marín y Vilagarcía y viajó a Rusia con el objetivo de adquirir diversas grúas, una de ellas para la Autoridad Portuaria de Vigo. Se jubiló en el año 2000 a la edad de 64 años.
Manuel Moa Cerdeira es otro de los trabajadores jubilados de la Autoridad Portuaria de Vigo. Tiene 69 años y su trayectoria profesional en el Puerto olívico arrancó en el año 1985 como celador guardamuelles. Una década más tarde, pasó a ejercer como subjefe y jefe de celadores, tras lo que, en 1996, ascendió a contramaestre de vigilancia. En el año 2004 fue nombrado responsable de la Policía Portuaria, cargo que ostentó hasta su jubilación, en el año 2018.
Manuel González Fernández, conocido en el ámbito pesquero como ‘Manolo Chuvias’, nació en 1948 en Confurco (Ponteareas) y, actualmente, es representante de la empresa Manuel González Parada, S.A., armadora y comercializadora-vendedora de pescado. Su vida profesional está cargada de historia ligada al mar, pero siempre llevando consigo el nombre de la tierra que le vio nacer.
En los años 70, arrancó su relación con el puerto pesquero, continuando así con la tradición familiar que había iniciado su bisabuelo comercializando pescado, seguida por su padre, que, en el año 1945, se iniciaba en la exportación de pescado. A partir del año 1950, el padre de Manuel se hizo con el primer barco, siempre llevando el nombre de su tierra por el mar: ‘San Salvador de Ginzo’ y, posteriormente, con el ‘María del Carmen de Aren’, barcos de madera y a vapor. En los años 60, la familia construye barcos arrastreros para faenar en el Gran Sol sin olvidar sus raíces, como lo atestiguan el nombre de los siguientes barcos: ‘Puenteareas’ y ‘Confurco’. También ‘Bigaro’ y ‘Naval’, pareja bacaladera para faenar en Canadá y Noruega, así como el ‘Xinzo’, congelador que trabajó en las aguas de Namibia y Canadá.
Le avala más de medio siglo de profesión ejerciendo labores de armador y vendedor, ocupando cargos en diversas organizaciones pesqueras, siendo presidente de ANASOL, vicepresidente en el Consejo de la Cooperativa de Armadores (ARVI), presidente de la OPP4 y colaborando y participando en todas aquellas actividades vinculadas a la pesca.