Los ayuntamientos que se abastecen de agua procedente del embalse de Eiras coinciden en el diagnóstico de que necesitan la ayuda de la Xunta para luchar con eficiencia contra la sequía.
Así lo ha manifestado el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que ha mantenido una reunión “cordial, constructiva y de cooperación” con los alcaldes y alcaldesas de Redondela, Cangas, Moaña, Gondomar y Salceda, el teniente de alcalde de Mos y la concejala de Urbanismo y Medio ambiente de O Porriño.
“Hubo un planteamiento casi unánime, por no decir unánime, de que la Xunta de Galicia tiene que actuar para resolver la parte de su competencia de abastecimiento del agua de esta zona del Gran Vigo, y no lo está haciendo”, ha dicho Caballero en una rueda de prensa en la que, afirmó, no quiso erigirse en portavoz de todos los municipios.
Según Caballero, todos los regidores han tomado todas las medidas que están en sus manos para ahorrar toda el agua posible, pero necesitan que la Xunta los ayude económicamente en el mantenimiento y modernización de las redes de abastecimiento, cuyas fugas suponen pérdidas muy importantes de agua.
“Algún ayuntamiento dijo que está planteando a la Xunta que utilice el canon que le pagan por saneamiento para la renovación de las redes de abastecimiento, que algunas son de fibrocemento, porque eso evitaría fugas, y que la Xunta no hace nada”, ha desvelado el regidor vigués, según el cual otro de los regidores se quejó de que en una década la Xunta no ha invertido nada en su municipio.
“Una desatención total al problema del agua que tenemos”, ha dicho Caballero, que ha hablado en realidad de una “doble desatención” por parte del gobierno regional al no proporcionar agua en alta, que es la queja de Vigo, municipio con recursos, a diferencia de otros más pequeños, para pagar la modernización de sus redes de abastecimiento.
“Es una actitud negligente de la Xunta porque está poniendo en riesgo nuestro propio desarrollo económico”, ha continuado Caballero, quien ha calificado de “gravísima” la falta de atención de la Xunta, cuyo presidente, Alfonso Rueda, fue preguntado por este mismo asunto este martes en Lugo.
Al respecto, Rueda ha dicho que “es necesario que los ayuntamientos revisen sus instalaciones y arreglen posibles fugas” y ha manifestado que “la Xunta tiene, por supuesto, sus responsabilidades a la hora de ayudar a los municipios a que cumplan las suyas” y que eso es lo que lleva haciendo mucho tiempo.
Sin embargo, la reivindicación de estos ayuntamientos es la misma queja que, según Caballero, le manifestaron la semana pasada los alcaldes de Nigrán y Baiona, con los que se reunió como receptores de agua del embalse de Zamáns.
Un viejo problema
Caballero ha recordado que en 2011 se reunió con el entonces conselleiro Agustín Hernández y que se comprometió a hacer el trasvase del Verdugo que, según el alcalde, solucionaría el problema de agua en alta que tiene Vigo, y que en 2017 el ayuntamiento pidió la instalación de la toma de emergencia, y que de nuevo la Xunta dijo que sí.
“No lo hicieron”, ha dicho el primer edil para ejemplificar la desatención de la Xunta, la cual “ni contestó” cuando Vigo le solicitó que pagase parte de la nueva potabilizadora, ya que dará agua a Cangas, Moaña, Redondela y Mos.
Es más, según Caballero, este problema de sequía que se avecina no sería tal si la Xunta hubiese sido diligente y hubiese dado luz verde a la potabilizadora cuando Vigo se lo pidió, de modo que hoy estaría operativa para garantizar el suministro hasta enero aunque no llueva hasta entonces,
“Son negligentemente responsables”, ha concluido Caballero, no sin antes recordar que esa nueva ETAP será capaz de potabilizar 2,5 más agua que ahora, dará servicio a cuatro municipios y está pagada íntegramente por Vigo.