El centro tecnológico vigués Grandiant se prepara para desarrollar una innovación que permita a los drones detectar, clasificar y evitar cualquier obstáculo que se encuentren a su paso durante las operativas y sin que tengan que ser dirigidos desde tierra.
El proyecto, denominado Sense UAV, cuenta con una inversión inicial de la Xunta de Galicia de 450.000 euros, que se suma a la inversión realizada por el centro y ocupa ya a casi una decena de profesionales.
El objetivo, si se dan las circunstancias, es consolidar esta iniciativa como la tercera spin-off de Gradiant y convertir su tecnología en un producto comercializable y listo para ser utilizado por parte de cualquier entidad.
En concreto, el proyecto incluye el desarrollo de un dispositivo que, una vez instalado en un dron con una ruta predefinida, detecte cualquier tipo de obstáculo a su paso y permita modificar su trayectoria para evitarlo y seguir su camino.
La tecnología incluirá el software y el hardware para aportar al dron la autonomía necesaria para sus vuelos. El centro tecnológico tiene hasta septiembre de 2023 para hacerlo una realidad.
“La tecnología que estamos desarrollando permitiría volar un dron con seguridad más allá de donde podemos verlo y sin tener que restringir el espacio aéreo para evitar que se choque con otras aeronaves. Durante una determinada misión, gracias a esta tecnología, el dron podrá detectar, evaluar y evitar de manera autónoma cualquier riesgo en vuelo para completarla, incluso si se pierde la conexión con el piloto”, ha indicado el líder del proyecto, Fernando Gago.
El desarrollo de esta nueva tecnología por parte de Gradiant se enmarca en el programa Ignicia de la Axencia Galega de Innovación de la Xunta, que apoya proyectos que validan tecnologías en condiciones reales tras la fase inicial de investigación.